La mano derecha de Sepúlveda metía sobrecostes de un 110% en las obras para cobrar comisiones
Leopoldo Gómez, jefe de Obras de Pozuelo, compensaba con sobrecostes a los constructores que le pagaban comisiones. En algunos casos, llegó a inflar un 110% el presupuesto inicial de alguna obra, como sucedió, por ejemplo, en el Arroyo de las Cárcavas.
El poder de Leopoldo Gómez en la adjudicación de obras en Pozuelo era inmenso, según ha revelado la investigación del caso Gürtel, por el que se halla imputado. Gómez redactó el proyecto de acondicionamiento del Arroyo de las Cárcavas. El presupuesto inicial de obras se aprobó en 2005 por 5,9 millones de euros y se tramitó por vía de urgencia sin que se acreditaran las causas de la premura.
Gómez realizó el informe en 2006 sobre las doce empresas que se presentaron. Recomendó contratar a una UTE en la que estaban EOC, Acanto y Grupo Empresarial de Obras Civiles. EOC era de Alfonso García Pozuelo, constructor al que tres años más tarde exigió 1,2 millones de mordidas tras haber cobrado cerca de diez millones de euros, según su contabilidad manuscrita. No era la oferta más barata ni la más rápida en ejecutar la obra.
Leopoldo Gómez se designó como director facultativo de las obras, lo que le permitió supervisar oficialmente el trabajo de su amigo y cliente Alfonso García Pozuelo. Este poder le permitió prorrogar el final de las obras con el pretexto de que había llovido durante 40 días. El resultado fuer que una obra que debió estar terminada en mayo de 2007 pasó a tener como fecha de conclusión el 22 de julio del mismo año.
Poco después, en octubre de 2007, Gómez emitió un informe sobre una propuesta de modificado de las obras con un presupuesto total de 9,6 millones, cuando inicialmente era de cinco millones, presupuesto que aprobó la Junta de Gobierno local en diciembre de 2007.
Las Cárcavas es una de la decena larga de operaciones donde presuntamente se lucró el ingeniero municipal a costa del constructor Alfonso García Pozuelo, según le detalló en su minuta trasladada por el ex subcomisario José Amedo. El sistema de sobrecostes pudo emplearlo con profusión porque él era el máximo garante municipal de que el incremento de precios estaba justificado. «No somos policías, sospechábamos de él, pero no podíamos probarlo», afirma un concejal de su época.
Pero este inventario puede ampliarse porque ediles de la etapa de Jesús Sepúlveda afirman que este funcionario municipal de Pozuelo extendió su radio de acción a municipios cercanos gobernados por el PP como Navalcarnero, en los que también movió negocios privados.