La Fiscalía sospecha que González escondió parte de su botín en offshores de Seychelles y Belice
Los testaferros de Ignacio González podrían haber desviado parte de las comisiones millonarias obtenidas por el ex presidente madrileño a los paraísos fiscales de las islas Seychelles y Belice.
Según desvela OKDIARIO, el despacho De Obaldía y García de Paredes, que está detrás de las dos ‘empresas pantalla’ en Panamá de González y de su mano derecha en Latinoamérica, Edmundo Rodríguez Sobrino, contrató los servicios del bufete Mossack Fonseca para constituir otras sociedades ‘offshore’. Concretamente, dicho despacho creó la compañía Caribbean LNG and Energy Solutions S.A. en Belice, país situado en centroamérica, en abril de 2014; y GT International Services LTD en las islas Seychelles, ubicadas en el océano Índico, en enero de ese mismo año. Dichas sociedades aparecen en los llamados ‘papeles de Panamá’.
Las islas Seychelles y Belice son dos de los principales paraísos fiscales a los que han recurrido numerosos políticos y personalidades que están siendo investigadas en tramas corruptas. Según la Hacienda Española, son «territorios de baja o nula tributación que, mediante normas específicas internas, garantizan la opacidad de las transacciones, con la ausencia absoluta de registros, formalidades y controles». La Fiscalía Anticorrupción sospecha que parte del botín de González hallado con mordidas del Canal de Isabel II podría haber sido desviado a estos países.
Tal y como desveló este diario, el despacho Obaldía y García de Paredes, dirigido por José Ramón García de Paredes Navas y Carlos Alberto De Obaldía Cañas, constituyó en Panamá las ‘tapaderas’ de González y Rodríguez Sobrino localizadas por los investigadores de la ‘Operación Lezo’: Amalfi Trading y Rafaello Investment. Estas empresas habrían canalizado las mordidas millonarias obtenidas en 2013 tras la compra de la filial brasileña del Canal de Isabel II, Emissao Engenharia e Construçoes.
Dicha adquisición se efectuó por 21 millones de euros a través de la filial colombiana Inassa y apenas un año después el valor de la empresa brasileña era de poco más de 5 millones. La compra se realizó a través de una sociedad ‘offshore’ como intermediaria ubicada en Uruguay, Soluciones Andinas del Agua.
Los investigadores bloquearon un cuenta en Suiza con 15 millones correspondientes a parte del pago por Emissao y se sospecha que cerca de otros 4 millones habrían sido ya desviados a Panamá a través de transferencias a las sociedades Amalfi Trading y Rafaello Investment, vinculadas con González y Rodríguez Sobrino, y a otros paraísos fiscales.
Después de que estallara la ‘Operación Lezo’, el ex presidente de la Comunidad de Madrid ingresaba en la prisión madrileña de Soto del Real el pasado 22 de abril. Apenas unas horas después, De Obaldía y García de Paredes, así como los directores, tesoreros o secretarios de Amalfi y Rafaello presentaban sus respectivas renuncias en dichas sociedades instrumentales a la vez.
Los suscriptores de estas ‘empresas pantalla’ investigadas en el caso Lezo también son titulares de otra compañía panameña denominada Air Financial Corporation, constituida en 1996 y que aparece los papeles de Mossack Fonseca. De Obaldía y García de Paredes se fundó en 1990 y ofrece una gama de servicios legales, desde sus oficinas ubicadas en el centro financiero de la Ciudad de Panamá. Aunque su actividad es global, el despacho tiene una especial presencia en América Latina., prestando servicios de asesoría jurídica incluyendo los sectores financiero, bancario, comercial, patentes, marcas o registros.
Lezo y las sociedades ‘offshore’
No es la primera vez que uno de los arrestados en el marco de la ‘Operación Lezo’, donde se investigan las irregularidades en el Canal de Isabel II durante la presidencia de Ignacio González, es vinculado con una sociedad ‘offshore’.
El propio Edmundo Rodríguez Sobrino, que dirigió durante más de una década la filial colombiana del Canal de Isabel II, Inassa, fue cesado en abril de 2016 precisamente por aparecer en ‘los Papeles de Panamá’. El que fuera mano derecha de Ignacio González en Latinoamérica figuraba en empresas con sede en Hong Kong como Asia Drilling, Luntam Holding o Idra Drilling. También estaba vinculado con Cardalem Sociedad Anónima, ubicada en Montevideo (Uruguay).
Los investigadores del caso Lezo centran sus esfuerzos en averiguar cómo funcionaba el “entramado económico” delictivo del Canal de Isabel II en Latinoamérica, que compone la pieza principal de esta causa. En este contexto, se investiga el ‘modus operandi’ empleado para cobrar las comisiones en el seno de la empresa pública del agua y sus filiales, así cómo el desvío de fondos a paraísos fiscales y en último lugar, el retorno de las mordidas a los principales acusados. El objetivo es «recuperar el mayor dinero posible defraudado en esta trama corrupta».