Cancelada la vista de la apelación de Juan Carlos I sobre su inmunidad por la enfermedad de un juez
El Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales ha cancelado la celebración de la vista de apelación del Rey Juan Carlos que estaba prevista para el día de hoy para dirimir sobre su inmunidad en la demanda interpuesta por Corinna Sayn-Wittgenstein. Tal y como ha podido saber OKDIARIO, este hecho se debe a la enfermedad de uno de los jueces que tenía que estar presente en la audiencia.
Este lunes, dos jueces británicos iban a escuchar los argumentos de la defensa del Rey Juan Carlos por la demanda civil de Corinna por un presunto delito de acoso. Inicialmente, las pretensiones del monarca, que alegó su inmunidad como jefe del Estado, fueron desestimadas. Por eso hoy iba tener lugar una segunda vista para que, en esta ocasión, dos jueces decidieran si aceptaban o no las pretensiones del monarca.
Sin embargo, uno de los magistrados ha enfermado. Por este motivo, los letrados del Rey Juan Carlos han solicitado que se cancele la audiencia de seis horas de duración prevista para hoy. De esta manera se alarga el proceso judicial a la espera de que se fije una nueva fecha.
En la última vista judicial, los letrados del Rey argumentaron su defensa en la incapacidad legal del Reino Unido para juzgar a Juan Carlos I al estar protegido por su inviolabilidad constitucional y por ser miembro de la Familia Real española. Los abogados basan sus argumentos en el Tratado de Utrecht para defender que, desde el siglo XVIII, el Reino Unido viene respetando la inmunidad de los monarcas españoles, tanto en sus actuaciones públicas como privadas.
Los letrados también pusieron como ejemplo el caso de los delitos de tortura y asesinato por los que se reclamó la extradición de Pinochet cuando fue detenido en Londres. En ese momento, los tribunales británicos reconocieron la inmunidad del mandatario chileno. Según la defensa del monarca, este hecho es comparable al margen de la naturaleza de los hechos perseguidos.
Además, la defensa del Rey acudió a un caso por delitos de tortura que afectaba a funcionarios militares, policiales y penitenciarios saudíes y al ministro del Interior del país árabe, cuya reclamación fue rechazada por la inmunidad del Estado. Según los abogados de Juan Carlos I, los ciudadanos saudíes fueron absueltos porque actuaron como funcionarios y no se podía hacer distinción entre la demanda contra el Reino saudí y la demanda individual contra los acusados.
La defensa de Juan Carlos insistió entonces ante el Tribunal Superior de Londres en la inmunidad del monarca porque, en primer lugar, el ex jefe del Estado tiene la condición de aforado, estando sometido a la jurisdicción del Tribunal Supremo de España desde su abdicación, como aprobaron las Cortes españolas. Esa inmunidad respalda, según la defensa, a los miembros cercanos a la Familia Real porque «existe un interés público inherente en proteger la dignidad del soberano y de la Familia Real».