Canalda fiscaliza ahora las sociedades del Canal que él compró por 100 millones a través de Panamá
Arturo Canalda fue presidente, consejero y director de la empresas americanas que le hicieron perder al Canal de Isabel II más de 100 millones de euros en la compra de acciones, ampliaciones de capital e inversiones. Lo paradójico es que ahora Canalda, como presidente de la Cámara de Cuentas de Madrid desde junio 2012, es el máximo responsable del control y la fiscalización de las cuentas de la empresa pública madrileña de aguas.
Canalda ocupó el cargo de director/gerente de la empresa pública, entre septiembre de 2001 y junio de 2003, años en los que el Canal compró en Barranquilla la sociedad Inassa y sus filiales por 83 millones de euros, cuando su valor real era de 7 millones. La operación además se realizó a través de una sociedad offshore, Sociedad de Aguas Americana (SAA), con sede en el paraíso fiscal de Panamá, que se ocultó al Consejo de Administración del Canal y a la Junta de Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Tras el desembarco en Colombia, el Canal entró en una espiral de saqueo por un grupo de socios hispano-colombianos, que cometieron un sinfín de irregularidades sin que la Gerencia de la empresa madrileña actuara diligentemente para evitarlo.
En la ampliación de denuncia, presentada ante la Fiscalía Anticorrupción por los grupos de la oposición de la Asamblea de Madrid el pasado 25 de mayo, los diputados del PSOE, Podemos y Ciudadanos se remiten a las afirmaciones de Arturo Canalda en su comparecencia ante la Asamblea madrileña, el 18 de diciembre de 2001, cuando todavía era el número dos de la entidad de aguas de Madrid. Los diputados señalan a la Fiscalía que sus declaraciones fueron contradictorias si se las compara con los nuevos datos obtenidos actualmente sobre la aventura del Canal en tierras americanas.
Según los diputados de la Asamblea: “Sus explicaciones están llenas de datos inciertos e inexactitudes sobre la adquisición de Inassa, su precio, lo que la operación le iba a costar al Canal y sobre el proceso de la misma compra”.
Los diputados creen necesario clarificar el papel de Canalda durante el proceso de adquisición de INASSA en 2002, una sociedad por la que se pagó 83 millones cuando sólo valía 7. Sobre todo porque podría quedar inhabilitado para presidir la Cámara de Cuentas de Madrid, según el resultado de las investigaciones.
Hace unos días, en su quinta comparecencia ante la Asamblea de Madrid en la presente legislatura, Canalda reconoció ante los diputados madrileños que pudo fallar el control de la Cámara de Cuentas en la fiscalización del Canal. Y señaló que era muy probable que “si la Cámara de Cuentas hubiera fiscalizado mucho más al Canal se habrían detectado más cosas”. Las palabras no eran una autocrítica sino que iban dirigida a sus sucesores en el cargo
Canalda, en cambio, en un escrito remitido a OKDIARIO asegura que apenas estuvo tiempo en el Canal y que su periodo no coincidió con la creación de Extensia y la compra de Inassa por la madrileña de aguas. El presidente de la Cámara de Cuentas no dice la verdad y pretende difuminar cuál fue su papel en sus años de gerencia. El informe de Cuatrecasas sobre las inversiones en América, encargado por el propio Canal en 2009, delimita con suficientes detalles y fechas el periodo en el que se gestaron las negociaciones que culminaron en todo un saqueo.
Como reconoce el mismo Canalda en su perfil de Linkedin los directores-gerentes del Canal, por el simple hecho de ocupar ese cargo, pasaban a ser automáticamente presidentes de los Consejos de Administración de todas las sociedades participadas del Canal.
En el mismo perfil de la red social se presenta como presidente de Extensia y como consejero de AAA de Barranquilla, AAA Servicios, Metroagua y Gestión Integral de Suministros (GIS), todas ellas sociedades colombianas compradas en aquellos años por Extensia Canal.