DESVELAMOS LOS DOCUMENTOS DEL SUMARIO

Así justificó el testaferro de Juan Carlos I al banco suizo el pago a Gayá: «Desea asegurarle una vida decente»

Juan Carlos I, con el ingreso de los 2 millones de euros en una cuenta abierta por sus testaferros en el banco Mirabaud a nombre de Marta Gayá, pretendía asegurarle "una vida decente" a quien había sido su compañera sentimental durante años.

Juan Carlos I donó a Marta Gayá 2 millones de € desde el mismo banco suizo que pagó los 65 a Corinna

Juan Carlos I donó a Corinna y a su hijo 65 millones que había cobrado antes del Rey de Arabia Saudí

Dos años de exclusivas del ‘caso testaferros’: así desveló OKDIARIO las cuentas suizas de Juan Carlos I

Así justificó el testaferro de Juan Carlos I al banco suizo el pago a Gayá: «Desea asegurarle una vida decente»
Marta Gayá y Juan Carlos I.

Juan Carlos I, con el ingreso de los 2 millones de euros en una cuenta abierta por sus testaferros en el banco Mirabaud a nombre de Marta Gayá, pretendía asegurarle «una vida decente» a quien había sido su compañera sentimental durante años.

El testaferro Dante Canonica, en una carta enviada al banco suizo el 18 de noviembre de 2011, justificaba el abono millonario a la mallorquina: «Esta persona tiene pocos recursos financieros como consecuencia de su edad (68 años)».

«Ella es contribuyente y se encuentra sujeta a los impuestos cantonales, municipales y federales desde el 1 de noviembre de 2007. Esta persona tiene pocos recursos financieros como consecuencia de su edad (68 años)».

Canonica cometía un fallo imperdonable cuando informaba de la edad de la amiga de Don Juan Carlos. Y, aún más, cuando la aumentaba en siete años. Marta Gayá había nacido en Palma de Mallorca en 1949.

El testaferro, al mismo tiempo, ponía en conocimiento de la dirección del banco Mirabaud la autorización del titular de la cuenta: «Pude hablar en varias ocasiones con el beneficiario de Fondation Lucum. Este último me ha hecho saber que sería contactado por una antigua amiga a la que conoce desde hace 25 años».

Y añadía: «El primer beneficiario de Fondation Lucum desea, teniendo en cuenta sus relaciones en el pasado, asegurarle una vida decente y ayudarle financieramente».

«El primer beneficiario de la Fundación Lucum desea, teniendo en cuenta sus relaciones en el pasado, asegurarle una vida decente y ayudarle financieramente. El beneficiario ha solicitado a Arturo Fasana que se le haga un ingreso de dos millones de euros en total, un millón este año y otro el año próximo».

Retomar las relaciones

La donación a Gayá viene a demostrar que, en noviembre de 2011, el Rey Emérito había retomado sus relaciones con la mallorquina, después de su ruptura con la princesa alemana.

Don Juan Carlos y Marta Gayá fueron vistos en público por última vez en Irlanda, en julio de 2017, cuando asistieron juntos a la inauguración de la Iglesia de San Juan Bautista, que había sido restaurada por un amigo común. Después viajaron a República Dominicana, Miami y Suiza.

OKDIARIO desveló el pasado martes, en exclusiva, que Juan Carlos I donó en 2012 a su entonces pareja sentimental Corinna Sayn Wittgenstein y a su hijo Alexander 65 millones de euros. Según las fuentes consultadas por este diario, el dinero formaba parte de un regalo que Su Majestad había recibido cuatro años antes del Rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, con quien mantenía unas excelentes relaciones. La donación había sido transferida a través del Ministerio de Finanzas del Estado árabe.

Nombramientos de Dante Canonica y Arturo Fasana en Fondation Lucum, la sociedad desde la que se ingresó 65 millones de euros a Corinna.

Según fuentes de la investigación, esa cantidad de dinero procedería de otro circuito diferente al de las comisiones del AVE a La Meca. Corinna ya ha declarado ante la Procuraduría de Ginebra y ante la Fiscalía Anticorrupción española. Las investigaciones se centran, principalmente, en la intermediaria iraní Shahpari Zanganeh, la viuda del traficante de armas ya fallecido Adnan Khasogui.

Para ocultar el dinero constituyeron previamente en Panamá la offshore Fondation Lucum, el 31 de julio de 2008, por medio de la abogada panameña Carmen de Martínez, que representaba como apoderada a la instrumental local ABA Corporate Services.

Testaferros de los beneficiarios

Los fines de la Fundación, según sus estatutos, eran «la administración y la preservación de su patrimonio y la distribución de sus beneficios a los beneficiarios». La sociedad podía «invertir sus activos en acciones, bonos y valores de toda índole, propiedad mueble o inmueble, o de cualquier otra forma legítima».

Arturo Fasana y Dante Canonica disponían de plena libertad en la sociedad, como presidente y secretario del Consejo de la Fundación, para «llevar a cabo cualesquiera actos, celebrar cualesquiera contratos y realizar cualesquiera negocios que sean legales y que puedan ser convenientes o necesarios con el fin de llevar a efecto los fines de la fundación».

Al mismo tiempo, tenían la obligación de «informar a los beneficiarios sobre el estado de su patrimonio» y entregarles «el patrimonio o el producto establecido a favor de ellos por el acta fundacional».

Fasana y Canonica, obligados a entregar el patrimonio al beneficiario.

Lucum era otra de las estructuras financieras, similar a la Fundación Zagatka, que manejaban los testaferros del entonces Rey para ocultar su dinero. Si Zagatka se sirvió de cuentas bancarias en el Credit Suisse, Lucum se aprovechó de la banca Mirabaud para transferir los fondos a un banco de las Bahamas.

La Audiencia Nacional está a la espera de que el fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, remita a la Fiscalía Anticorrupción los documentos del ‘caso testaferros’ para abrir una nueva pieza en el macroproceso ‘Tándem’. Sería la causa número 26 de las investigaciones contra José Villarejo, que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 6.

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