Villarejo: «Ayuso contrató los mercenarios que intentaron robar los documentos de Corinna en Mónaco»

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El comisario José Villarejo, en la entrevista concedida a OKDIARIO, mantiene que los mercenarios que robaron en el domicilio de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein en Mónaco fueron contratados por Javier Ayuso entonces jefe de Relaciones con los Medios de la Casa del Rey (2012-2014), durante los últimos años de la Monarquía de Don Juan Carlos. Seguidamente, se incorporó a El País como columnista y analista económico con la categoría de adjunto al director, pero acabó especializándose en informaciones sobre el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Ayuso, a quien le tocó lidiar con la princesa Corinna, mantenía una estrecha relación con el director del CNI, Félix Sanz Roldán.

En junio de 2012, cuando el general visitó a Corinna en Londres,  Ayuso ya estaba al frente del departamento que administraba las informaciones sobre las relaciones de SM y la princesa germana.

El último trabajo de Corinna para el Rey fue la grabación de una entrevista a SM en Zarzuela para el Energy Summit de Abu Dabi, al que no pudo asistir. Ella escribió el guión y escogió el atrezo del vídeo, mientras Javier Ayuso, el director de Comunicación, se encargaba de dirigir al cámara.

Cerdán.- En OKDIARIO hemos publicado la historia del intento de robo en la casa de la princesa Corinna en Mónaco ¿Por qué no prosperó la investigación policial para descubrir a la persona que contrató a los mercenarios?

Villarejo.- Ocurre en el domicilio privado de esta señora. El robo se hizo a cara descubierta con la cobertura de que se trataba de proteger la seguridad de las comunicaciones. De la mano del señor Ayuso se contrató a los mercenarios de una empresa francesa, con sede en Mónaco, que se presentó para volcar y vaciar los documentos que ella podía tener en el ordenador o físicamente. Esta señora (Corinna) estaba fuera y, cuando le avisa su servicio, acude rápidamente y frustra con su presencia el que llegaran a llevarse los documentos y los ordenadores. Habían insinuado que eran órdenes superiores.

C.- ¿Mencionó usted a sus superiores los nombres de las personas que habían contratado a los mercenarios?

V.- Hay un informe que consta y está sellado. Que lo hayan tramitado o no, a saber ellos. Me limité a hacer labores de inteligencia e informes internos. Cuando veo que no se me hace caso en un primer aviso, pido que se me selle con un número de registro de entrada. En algunas de las denuncias que hay sobre ese tema, curiosamente, era la primera vez en mi vida que me daban una orden por escrito para no seguir investigando.

C. ¿Por qué, porque había un periodista de por medio?

V.- El señor Ayuso, entonces no era periodista, estaba como jefe de prensa de la Casa del Rey. Todos los españoles tenemos que estar agradecidos a la Monarquía. Otra cosa es que haya alguien que, con el paraguas de la Monarquía o queriendo interpretar la voluntad de Su Majestad, entonces en activo y después emérito, haya actuado. Cuando la princesa Corinna, vilipendiada y maltratada, pidió explicaciones le dijo: “Yo no sabía nada. Me han entendido mal. Este señor actúa por su cuenta”. La realidad es que esta señora desde que desapareció de la vida personal de Su Majestad emérito ha sido perseguida. Ella no lo ha querido denunciar, sólo quiere que se olviden de ella.

C.- Llegó a quejarse ante el anterior Rey a raíz del robo de Mónaco.

V.- Creo que sí lo hizo.

C.- ¿Esto se produce después de la visita del general Sanz Roldán a Londres para entrevistarse con la princesa Corinna?

V.- Sí y después del accidente de la cacería.

C.- ¿Ha tenido usted la oportunidad de hablar con la princesa del trato que recibió en Londres?

V.- Sí, sí. Por supuesto. Ella se queja amargamente de que no se lo merece, que nunca ha pretendido hacer daño a España, que ha tenido una relación muy personal y muy auténtica y que no se merece el trato que este señor le dio, de amenazarla personalmente a ella y a sus hijos. No necesité convencerla para que no lo denunciara porque ella sólo necesitaba que alguien le dijera que no le iba a pasar nada. Yo le dije que eso lo iba a transmitir. Se quedó satisfecha.

C.- ¿Tan importantes eran los documentos que tenía en la residencia de Mónaco, como para quererlos robar?

V.- Por supuesto. Recuerdo que uno de los documentos, que a ella le dolió mucho, era un contrato en Arabia Saudí que un medio luego terminó publicándolo. Un contrato que a ella le sustrajeron de allí, de Mónaco. No entendía cómo podía haber llegado a manos del periodista.

C.- ¿Cree usted que Corinna sigue conservando documentos que podrían calificarse de «alto voltaje»?

V.- Entiendo que sí. Además, haría muy bien porque es una mujer muy inteligente que lo único que quiere es que la dejen en paz.

C.-¿Es Corinna un asunto de seguridad nacional como afirmó el director del CNI?

V.- A lo mejor es de seguridad de él, que se considera el Estado. Creo que no. Es una señora muy correcta que ha tenido una relación personal con Su Majestad y que SM también tiene derecho a tener vida privada como cualquiera. No iría más allá de la tragedia si no fuera porque alguien la elevara a categoría de tragedia, para prestar luego sus servicios y hacerse el indispensable.

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