Informes policiales desvelan que el robo frustrado a Corinna se pagó con fondos reservados
Los documentos y notas informativas que obran en poder de la Dirección General de la Policía sobre espionaje a la aristócrata alemana Corinna zu Sayn-Wittegenstein pueden ser determinantes para esclarecer la trama que participó en el intento de robo en el domicilio de Montecarlo de la ex pareja del Rey emérito.
Como ayer desveló OKDIARIO, la aristócrata alemana señaló al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y al entorno de Su Majestad como los responsables de la contratación de un grupo de mercenarios que se presentaron en su residencia monegasca para saquear una serie de documentos que Don Juan Carlos le había confiado.
Entre los documentos archivados en la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Dirección General destaca uno fechado el 9 de junio de 2016, con el número de entrada 8065, en el que se hace referencia a otro anterior, el 485, de 18 de diciembre de 2015. Ambos fueron redactados por el comisario José Villarejo, que en aquellos años era el jefe de la Unidad de Inteligencia de la Policía, y más tarde entregados al entonces DAO, Eugenio Pino.
Villarejo estaba considerado entonces por el ministro Jorge Fernández Díaz y el secretario para la Seguridad, Francisco Martínez, como uno de los comisarios más eficaces del Ministerio del Interior por el número de operaciones antiterroristas contra ETA y el yihadismo internacional y contra la corrupción, en las que había participado dando cobertura al CITCO, a Asuntos Internos, a la Comisaría General de Información, a la UCAO y a la UDEF. En la mayoría de ellas actuaba como agente encubierto. Ese mismo trabajo lo venía desarrollando desde la etapa en la que Alfredo Pérez Rubalcaba era ministro del Interior y Miguel Ángel Fernández Chico, DAO de la Policía.
Con anterioridad había colaborado con otros ministros del Interior, ya fueran socialistas o populares, como Corcuera, Asunción, Belloch, Mayor Oreja, Rajoy, Acebes, Alonso Camacho.
En el documento elaborado en junio de 2016 se señalaba a una sociedad española como la responsable de la contratación, a través de otra radicada en Mónaco, de los mercenarios que entraron en la residencia de Corinna. El informe policial afirmaba: “Hubo una queja formal presentada en su día por la princesa Corinna, ya que bajo la apariencia de asesoramiento de seguridad, se les sorprendió intentando sustraer de su domicilio, unos baúles de color negro, que contenían documentos de alto valor estratégico y clasificado, que esta persona recibió de quien en su día, era la más alta personalidad del Estado”.
Fondos reservados para los mercenarios
En la Nota Informativa (NI) policial, que hacía también referencia a otras anteriores (NI 30-5-15, NI 20-1-16 y NI 8-2-16), Villarejo solicitaba a sus superiores la investigación del “uso de archivos, estructura y medios policiales con otros fines a los encomendados, esto es, servir como auxilio a la Autoridad Judicial”.
En otro informe, Villarejo denunciaba a uno de los responsables de la Unidad de Asuntos Internos como el responsable de la filtración de información reservada del Cuerpo Nacional de Policía al Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
En esas notas policiales, redactadas por un comisario que tenía hilo directo con el ministro, el secretario de Estado y el DAO -de las que hay constancia en los archivos policiales de la Dirección General de la Policía- se mencionaba así mismo a un ex colaborador de la Casa del Rey como la persona que había contratado a los mercenarios que actuaron en Montecarlo, a través de una sociedad monegasca. Según la denuncia, ese colaborador habría recibido dinero de los fondos reservados.
La cúpula de Interior decidió dar entrada y archivar de manera oficial los documentos –como se demuestra en el aportado por OKDIARIO- pero en ningún momento abrió una investigación para descubrir a los responsables del intento de allanamiento del domicilio de Corinna. Como en casos anteriores esgrimieron “causas mayores” o la “razón de Estado”.
El último trabajo de Corinna
Las relaciones entre la princesa alemana (52 años) y Don Juan Carlos (79) se mantuvieron durante 10 años hasta el accidente del Rey emérito en Botsuana. Desde marzo de 2013, SM fue sometido por su círculo más estrecho a una total incomunicación con el mundo exterior a La Zarzuela, incluida la princesa alemana.
Corinna, que ya tenía su residencia en Mónaco por motivos fiscales, había fijado su hogar en un palacete de El Pardo, próximo a La Zarzuela. Pero en esas fechas se vio obligada a trasladarse a un piso de lujo de Londres, en una de las zonas más distinguidas de la ciudad. Estaba ubicado cerca de la Embajada española y su localización había obtenido el visto bueno del ya Rey emérito.
Tras el escándalo de Botsuana y la operación de hernia discal, el jefe de la Casa del Rey y el director del CNI recomendaron a Don Juan Carlos la cancelación de un viaje programado a Abu Dabi porque entendían que Corinna, con quien había quedado en el emirato árabe, era un peligro para la seguridad nacional. A partir de ahí le prohibieron verse con la princesa Corinna.
Hasta ese momento, Corinna era tratada con especial exquisitez por dos de los empresarios amigos del Rey, por Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL a quien Don Juan Carlos nombró marqués, y por Javier Monzón, entonces presidente de Indra. En cambio, para los asuntos arenosos el interlocutor de la princesa alemana era el general Sanz Roldán, a quien había conocido en La Zarzuela a requerimiento de SM, en diciembre de 2012.
El último trabajo de Corinna para el Rey fue la grabación de una entrevista a SM en Zarzuela para el Energy Summit de Abu Dabi, al que no pudo asistir. Ella escribió el guión y escogió el atrezzo del vídeo, mientras que Javier Ayuso, el director de Comunicación de la Casa del Rey, se encargó de dirigir al cámara. El Rey se vio obligado a abdicar el 18 de junio de 2014.