La UE prevé que el periodo de transición del Brexit acabe en diciembre de 2020

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Michel Barnier, encargado de la UE en las negociaciones sobre el Brexit. (Foto: Getty)

El periodo de transición del Brexit entre la Unión Europea y Reino Unido a partir de su divorcio previsto en marzo de 2019 debería finalizar el 31 de diciembre de 2020, propuso este miércoles la Comisión Europea en sus planes para la siguiente fase de negociación.

«Desde nuestro punto de vista, […] el final lógico de este periodo debería ser el 31 de diciembre de 2020», cuando termina el vigente «marco financiero plurianual» de la UE, subrayó en rueda de prensa el negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier.

La propuesta de la Comisión Europea, que negocia en nombre de los 27 socios de Reino Unido, es inferior a los dos años planteados por la primera ministra británica, Theresa May, en septiembre en Florencia (Italia).

Los países del bloque, cuyos mandatarios urgieron el viernes a adoptar un periodo «claramente definido y precisamente limitado en el tiempo», deberán aprobar las recomendaciones de la Comisión a fines de enero para empezar formalmente la negociación con Londres.

El objetivo de esta transición, durante la cual Reino Unido seguiría perteneciendo al mercado único europeo y la Unión Aduanera pese a no ser miembro de la UE, es lograr un divorcio suave, mientras se fijan las bases de la futura relación comercial.

Sin transición ‘a la carta’

No obstante, Barnier advirtió contra una «transición a la carta» y que «toda nueva regla que la UE adopte durante la transición continuará aplicándose al Reino Unido», pese a que ya no tenga derecho a voto, como subrayó recientemente el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

El negociador europeo dejó la puerta abierta en cambio a poner en marcha «mecanismos de concertación específicos» en determinados asunto, como en el caso de las negociaciones de las cuotas pesqueras anuales entre países del bloque.

La UE seguiría aplicando así a Reino Unido todas sus leyes, incluida la autoridad del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y la libertad de circulación de trabajadores europeos, dos de las bestias negras de los partidarios del Brexit durante el referéndum que ganaron en junio de 2016.

Los líderes europeos, reunidos sin May, acordaron el viernes pasar a una nueva fase después de lograr los progresos necesarios en los términos del divorcio: derechos de los ciudadanos expatriados, liquidación financiera y cuestión irlandesa.

Pero a su vez, los negociadores de la UE y Reino Unido deberán cerrar los flecos en esas tres prioridades, sobre todo respecto a la futura situación en la frontera entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.

Tres meses para aclaraciones comerciales

La segunda fase de negociación también abordará el futuro marco diplomático a ambos lados del Canal de la Mancha y, en este sentido, la UE dio de plazo a Londres hasta marzo para definir qué tipo de relación comercial quiere. La Comisión ya había dejado entender que el modelo podría ser el tratado de libre comercio en vigor con Canadá (CETA) vistas las «líneas rojas» de Reino Unido, si bien May indicó el martes que quiere «un acuerdo considerablemente más ambicioso».

La UE, donde la Comisión Europea negocia los acuerdos comerciales en nombre de todos sus países, quiere tener todo listo para el inicio formal de la negociación de la futura relación comercial para cuando Londres se marche el 29 de marzo de 2019.

Las grandes líneas del futuro marco de relaciones figurarán en una declaración conjunta que formará parte, junto a los términos del divorcio y el período de transición, del acuerdo de retirada, que ambas partes buscan cerrar para octubre de 2018.

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