Trump se lanza a la batalla contra Twitter y anuncia que hoy firmará una «orden ejecutiva»

Trump se lanza a la batalla contra Twitter y anuncia que hoy firmará una «orden ejecutiva»
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América. Foto: AFP

Donald Trump ha pisado el acelerador en su nueva batalla con las redes sociales en general y contra Twitter en particular, después de que este servicio decidiera el martes retar al presidente colocando carteles de advertencia en sus publicaciones sobre el voto por correo.

La Casa Blanca ha anunciado en la noche -horario peninsular- de este miércoles que a lo largo del jueves Donald Trump firmará «una orden ejecutiva en relación a las redes sociales», sin que se añadiera mayor información sobre el contenido de ello. Es todo lo que avanzó la portavocía de la Casa Blanca entre otros anuncios.

Esta última batalla entre Donald Trump y Twitter, su medio de comunicación preferido, por otra parte, arrancó, o más bien, estalló, el martes. Trump estaba colgando mensajes en los que aseguraba que el voto por correo en las elecciones estaba manipulado, deslizando la idea de que se estaba preparando un fraude electoral.

Entonces, los responsables de Twitter decidideron dar un giro a su estrategia e intervenir directamente en los mensajes de la cuenta de Trump. En los dos mensajes críticos hicieron sendas inserciones a modo de ‘fact-checking’ o verificación de hechos, dando a entender que las afirmaciones del presidente no eran ciertas.

Haciendo ‘click’ en las inserciones de Twitter, el usuario accedía a una zona donde se recopilaban una serie de informaciones que desmentirían las afirmaciones de Trump sobre ese supuesto fraude en el voto por correo.

Contraataque

Era evidente que la batalla estaba planteada y que Trump haría algo para contraatacar tras este posicionamiento de Twitter, el servicio de publicación de mensajes más utilizado por él. Por cierto, la de Donald Trump es la octava cuenta con más seguidores de todo el planeta, con 88 millones de seguidores. El número 1 mundial en Twitter es, precísamente, su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, con 127 millones de seguidores. Entre ellos, actores y cantantes famosos.

Pues bien, ya este miércoles, Trump dio su primer paso adelante. El presidente tomó la palabra para asegurar que «regulará» o incluso «cerrará» las redes sociales si «silencian» a las voces conservadoras, horas después de que Twitter incluyese por primera vez un aviso que ponía en duda la veracidad de un mensaje del mandatario.

«Los republicanos creen que las plataformas de redes sociales silencian por completo las voces conservadoras. Las regularemos firmemente o las cerraremos antes de dejar que ocurra algo así», ha añadido, considerando que ya en 2016 estas redes intentaron -«y fracasaron»- algo similar. «No podemos dejar que una versión más sofisticada ocurra de nuevo», ha advertido.

Trump ha asegurado que tampoco se puede permitir la implantación del voto por correo, «una vía libre para el engaño, la falsificación y el robo de papeletas». Con este sistema, ha afirmado el mandatario, «ganará el que más engañe».

No hubo más movimiento en este sentido a lo largo del miércoles, pero la Casa Blanca ya ha avanzado que este jueves habrá movimientos en la nueva guerra de Trump contra Twitter.

A vueltas con la hidroxicloroquina

El principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergología y Enfermedades Infecciosas, se ha desmarcado de nuevo del presidente, Donald Trump, poniendo en duda la eficacia de la hidroxicloroquina y defendiendo en cambio el uso de mascarillas.

La hidroxicloroquina ha sido tanteada en estas semanas por varios países como posible tratamiento frente a la COVID-19 e incluso Trump reconoció que la tomaba como prevención. La Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, suspendió esta semana los ensayos clínicos tras un estudio que alerta de efectos adversos.

«Los datos científicos son bastante claros sobre su falta de eficacia», ha dicho Fauci, en un entrevista a la CNN en la que ha evitado hablar de una posible prohibición de su uso, como sí ha ocurrido en el caso de Francia, que ha descartado este miércoles el uso del citado fármaco en tratamientos.

El epidemiólogo sí ha defendido en cambio la conveniencia de llevar mascarilla, aunque no sea «cien por cien efectiva» por sí sola para impedir un contagio. «Quiero protegerme a mí y a los demás», ha dicho, al explicar por qué se cubre la cara y la nariz cuando está el público como «símbolo» de lo que el ciudadano de a pie puede hacer.

En este punto también discrepa de Trump, que recientemente avisó de que no daría a la prensa el «placer» de verle con mascarilla y se burló de su potencial rival electoral, el exvicepresidente Joe Biden, por llevarla durante un acto oficial.

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