El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se cansó durante su mandato de avisar que Alemania estaba «totalmente controlada por Rusia” en relación a la construcción del gasoducto North Stream 2, el gasoducto promovido por la energética rusa Gazprom. Muchos lo tacharon de loco pero tras la invasión rusa de Ucrania comienzan ahora a darle la razón.
«La dependencia de un solo proveedor extranjero puede dejar a las naciones vulnerables a la extorsión y la intimidación, y es por eso que felicitamos a los estados europeos como Polonia, por liderar la construcción de un oleoducto báltico para que las naciones no dependan de Rusia para satisfacer sus necesidades energéticas», dijo Trump en un discurso en la Asamblea General de la Organización Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2018.
Lo asombroso fue la reacción de la delegación alemana, entre arrogante y displicente, incluso con risas burlonas. Al final con el tiempo se demostró que Trump tenía razón. Como dice el refrán, el que ríe último, ríe mejor.