El Supremo de Kenia constata irregularidades, anula la victoria de Kenyatta y convoca nuevos comicios
El Tribunal Supremo de Kenia ha determinado este viernes la anulación de la victoria del presidente, Uhuru Kenyatta, en las presidenciales en agosto, afirmando que los resultados son «inválidos y nulos» a causa de las «irregularidades» registradas.
El tribunal ha resaltado que, sin embargo, no hay pruebas sobre una conducta inadecuada por parte de Kenyatta durante el proceso electoral, anunciando que los próximos comicios deberán celebrarse en un plazo de 60 días.
En su fallo, retransmitido en directo por los medios del país, el organismo ha afirmado que la decisión de anular los resultados ha sido adoptada con cuatro votos a favor y dos en contra.
«Las elecciones no son un evento, sino un proceso. Tras considerar la totalidad de las pruebas, creemos que las elecciones no se llevaron a cabo de acuerdo con los dictados de la Constitución y los principios aplicables», ha dicho el presidente del Supremo, David Maraga.
«El presidente Uhuru Kenyatta no fue elegido de forma válida el 8 de agosto», ha dicho Maraga, después de que los dos jueces que han votado en contra de la decisión presentaran sus argumentaciones.
La coalición opositora Super Alianza Nacional de Kenia (NASA), encabezada por Raila Odinga, ha celebrado el fallo a través de las redes sociales. «Les tenemos», ha dicho, agregando el hashtag #SupremeCourtDecides (El Tribunal Supremo Decide).
El anuncio del fallo ha sido además recibido con júbilo por los opositores concentrados a las afueras del tribunal, según han recogido los medios locales.
La NASA rechazó los resultados oficiales, que concedieron la victoria a Kenyatta con 1,4 millones de votos, esgrimiendo que el sistema informático de la Comisión Electoral sufrió un ciberataque que permitió manipular los datos.
La Comisión Electoral admitió que sufrió un ataque informático y, tras una investigación interna, concluyó que no tuvo ninguna consecuencia en el escrutinio de los votos emitidos.
Sin embargo, Odinga aseguró que en más de un tercio de los centros de votación se produjeron fallos por irregularidades en el proceso electrónico de transmisión de votos y acudió al Tribunal Supremo para que se pronunciara sobre lo sucedido.
La denuncia de fraude electoral por parte de la oposición desató violentas protestas en Nairobi y otras ciudades que dejaron decenas de muertos e hicieron temer una crisis postelectoral similar a la de 2007, que se saldó con más de mil muertos y 600.000 desplazados.
Odinga ya denunció fraude electoral en 2007 —cuando perdió frente a Mwai Kibaki— y 2013. La última vez también acudió a los tribunales, que terminaron dando la razón a Kenyatta.
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