Renuncian los tres diputados de Amazonas en otro gesto de la oposición venezolana al dictador Maduro

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Maduro y Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional. (Foto: AFP)

Como en el deshielo entre EEUU y Cuba hay quien acusa a Obama de dar mucho a cambio de nada, la oposición democrática venezolana no deja de hacer gestos de distensión hacia la dictadura de Nicolás Maduro, que no ha movido ficha todavía. La última concesión de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha sido la de que los tres diputados de Amazonas a los que el chavismo acusaba de no tener derecho a ocupar ese escaño han abandonado éste para repetir las elecciones en esa región.

Y no es poca cosa el paso dado por los partidos que integran la MUD –todos salvo, en este caso, Voluntad Popular, el liderado por Leopoldo López, que no está de acuerdo con el proceso que se está llevando a cabo–, son precisamente esos tres escaños los que terminaban de dar a las formaciones opositoras la mayoría cualificada en la Asamblea Nacional. Esa ventaja le permite, en teoría, un control más efectivo del Gobierno y, según la Constitución, impulsar leyes de mayor calado. Ambas cosas se las ha saltado a la torera el heredero de Hugo Chávez desde las elecciones del 6 de diciembre que le dieron la victoria a la oposición.

Los tres diputados del estado venezolano de Amazonas cuya elección estaba cuestionada por el oficialismo han sido, pues, conminados a abandonar su escaño para permitir que la Asamblea Nacional funcione con normalidad, ya que su presencia había llevado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a declarar a la sede legislativa en «desacato».

Los diputados Julio Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzamana han solicitado a la junta directiva del Parlamento que les «desincorpore» del cargo dejando sin efecto la toma de posesión efectuada el pasado 28 de julio. «La Presidencia se da por notificada», ha dicho el jefe de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, si bien no ha aclarado cuándo se hará efectiva la salida de estos tres legisladores, según informa la prensa local.

La elección de Ygarza, Guarulla y Guzamana fue impugnada por el TSJ por supuesto fraude electoral, tras lo cual renunciaron a su escaño para no perjudicar a la Mesa de Unidad Democrática (MUD), pero en julio decidieron regresar para no dejar sin representación a sus territorios.

Con estos tres escaños, la MUD tendría una ‘súpermayoría’ de 112 escaños que permite promulgar o modificar leyes orgánicas, convocar a una Asamblea Constituyente y nombrar a los integrantes de otros poderes públicos, como el TSJ o el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Estas facultades cobran especial importancia en el contexto actual de la política venezolana, cuando la coalición opositora pretende lanzar un referéndum para revocar el mandato presidencial de Nicolás Maduro que, según denuncia la MUD, el CNE trata de frenar.

Nulidad del juicio político al dictador

La muestra de que el régimen no está aflojando su mano de hierro al mismo ritmo que la oposición democrática hace gestos de distensión –como desconvocar manifestaciones o firmar documentos conjuntos «por la convivenvia pacífica»– ha sido la sentencia del TSJ de este mismo martes, que ha declararado «nulo» el examen que el Parlamento ha iniciado sobre la responsabilidad política de Maduro por la crisis que sufre la nación caribeña.

En su fallo, el alto tribunal ha tachado de «manifiestamente inconstitucionales y, por ende, nulos y carentes de toda vigencia y eficacia jurídica, los actos emanados de la Asamblea Nacional […], mientras se mantenga el desacato a la Sala Electoral del TSJ».

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