La oposición le planta cara a Maduro con la ‘Toma de Venezuela’ que se salda un fallecido y cientos de heridos y detenidos
Un policía murió y otros dos resultaron heridos este miércoles durante enfrentamientos entre agentes y manifestantes opositores al régimen de Maduro en Venezuela, dijo el ministro de Interior y Justicia, general Néstor Reverol.
«Lamentablemente tenemos un oficial de la policía del estado Miranda fallecido, José Alejandro Molina Ramírez, y tenemos dos oficiales heridos, uno por arma de fuego y otro por un objeto contundente», señaló Reverol en una comunicación telefónica con el canal de televisión gubernamental.
El militar aseguró que manifestantes iniciaron «un ataque con armas de fuego» contra policías que el miércoles en la noche acudieron a disolver el bloqueo de un tramo de la carretera entre Caracas y San Antonio de los Altos, una ciudad satélite de la capital.
El dirigente opositor Henrique Capriles, gobernador de Miranda, confirmó la muerte del agente, que calificó como un «suceso lamentable» en un mensaje en Twitter.
Nuestra institución @valoryjusticia informará por suceso lamentable con funcionario fallecido y heridos en la recta de las Minas-PNM!
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 27 de octubre de 2016
Reverol indicó que dos personas están detenidas por su presunta vinculación en los sucesos, mientras que el Ministerio Público confirmó el inicio de una investigación.
El ministro hizo un llamado a «la paz» luego de multitudinarias manifestaciones opositoras en las principales ciudades del país como protesta por la suspensión del proceso hacia el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
«Seguimos llamando a la paz, llamando a la prudencia», agregó Reverol.
El oficialismo ha acusado a la oposición de tener planes para generar disturbios durante las protestas y justificar un intento de «golpe de Estado».
Nuestro compañero Junior Ayala de PJ Barinas perdió su ojo izquierdo por tiro a quemarropa! Allí está el diálogo de Maduro! pic.twitter.com/5yVrprVb6f
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) 27 de octubre de 2016
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, expresó en su programa semanal de televisión que la muerte del agente es consecuencia «de la locura» de los adversarios de Maduro, responsabilizando por lo ocurrido a Capriles, uno de los principales líderes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Tras la jornada de movilizaciones de este miércoles, la oposición convocó a una huelga general de 12 horas para el viernes y a una marcha al palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, el 3 de noviembre. Parece complicarse un diálogo político sobre la crisis con acompañamiento del Vaticano.
Ultimátum a Nicolás Maduro
La oposición venezolana dio este miércoles un ultimátum al gobierno de Nicolás Maduro durante una multitudinaria protesta, en la que anunció que declarará al presidente «en abandono del cargo» y convocó a una huelga general.
Al final de la marcha de cientos de miles de personas -que activistas estimaron en 1,2 millones de manifestantes-, los dirigentes de la oposición anunciaron su ofensiva para lograr la salida de Maduro del poder, tras la suspensión de un proceso de referendo revocatorio contra el presidente.
Desde la tribuna, el presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, anunció que Maduro será declarado en «abandono del cargo» por el parlamento, lo que le será «notificado» en una manifestación hacia el palacio presidencial de Miraflores el 3 de noviembre.
«Hemos comenzado un proceso para declarar la responsabilidad política de ese vago que tenemos en Miraflores», dijo Ramos Allup, mientras que el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, llamó a una huelga general de 12 horas para el viernes.
En su programa semanal de televisión, Diosdado Cabello, advirtió la noche del miércoles que los militares tomarán las empresas que acojan el llamado a huelga. «Empresa que se pare, empresa tomada por los trabajadores y la Fuerza Armada», sentenció.
En la marcha, el líder opositor Henrique Capriles exigió a Maduro «ordenar» al poder electoral, al que la oposición acusa de servir al gobierno, reactivar el revocatorio.
«Le estamos dando un plazo al gobierno. Yo le digo al cobarde que está en Miraflores (…) que el 3 de noviembre todo el pueblo venezolano se viene para Caracas porque vamos pa ‘Miraflores», afirmó.
Cabello reaccionó al desafío: «Nosotros nos vamos al centro de Caracas, que vaya la derecha a ver qué va a pasar».
La marcha en Caracas transcurrió en calma, pero en la noche el ministro de Interior y Justicia, general Néstor Reverol, denunció la muerte de un policía por arma de fuego en un choque con manifestantes que bloqueaban una carretera en las afueras de la capital y dijo además que otros dos agentes resultaron heridos. El Ministerio Público confirmó la detención de 80 personas en nueve de los 24 estados del país.
Diálogo en jaque
Los dirigentes de la MUD descartaron asistir el domingo a una reunión con el gobierno en la isla de Margarita (norte), para explorar un diálogo a instancias del Vaticano. «Que nos mande Maduro fotos de la playa, que el domingo no vamos a Margarita», agregó Capriles.
Mientras se desarrollaba la marcha, Maduro instaló el Consejo de Defensa de la Nación con el propósito de que este órgano de máximas autoridades de los poderes públicos evalúe lo que denuncia como un «golpe parlamentario». «Está convocada la mesa de diálogo nacional. Yo voy a asistir porque yo quiero el diálogo por la paz del país», manifestó el presidente.
Luego, ante miles de seguidores concentrados a las afueras de Miraflores para apoyarlo, Maduro acusó al parlamento de tomar «el camino del desacato a la Constitución» y criticó la ausencia de Ramos Allup en el Consejo de Defensa.
La oposición responsabiliza a Maduro de la crisis política y económica y sostiene que el revocatorio era la «válvula de escape» de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir alimentos a precios subsidiados.
El gobierno culpa a «empresarios de derecha» de la crisis que se refleja en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.
«¡Se tiene que ir!»
Vestidos muchos con camisetas blancas y gorras con la bandera venezolana, los manifestantes arrancaron de siete puntos de Caracas y convergieron en la autopista Francisco Fajardo (este de la ciudad), copada por la multitud, en lo que llamaron la ‘Toma de Venezuela’.
Klenia Campos, ingeniera informática de 41 años, cree que la marcha «es una medida de presión para que (Maduro) entienda que se tiene que ir».
«El pueblo salió pacíficamente, estamos en la calle y creo que nos vamos a quedar hasta que haya una respuesta de este gobierno que no respeta la Constitución y le tiene terror al revocatorio», comentó Víctor Jiménez, publicista de 63 años.
La marcha ocurrió en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas, último paso antes del llamado a referendo, suspendido por el poder electoral por un supuesto fraude.
Al cumplir ese requisito, la oposición quería evidenciar el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro, al que seis de cada diez venezolanos está dispuesto a revocar, según la encuestadora Datanálisis.
La suspensión del revocatorio «ha colocado el conflicto político en un punto crítico», comentó a la AFP el politólogo Luis Salamanca.