Paul Ryan se une a los demócratas para pedir que se investiguen injerencias rusas en las elecciones
Los jefes del Congreso estadounidense y la Casa Blanca se han alineado este lunes a favor de una investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las recientes elecciones presidenciales para beneficiar a Donald Trump, una idea que rechaza con fuerza el presidente electo.
De acuerdo con la prensa local, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) realizó una investigación y concluyó que Rusia realizó ataques cibernéticos para ayudar en la elección de Trump y no solamente para obstaculizar el desarrollo normal de las elecciones.
Políticos del Partido Demócrata inmediatamente pidieron que se investigue la posibilidad de la interferencia rusa en las elecciones, pero este lunes dos verdaderos pesos pesados del Partido Republicano en el Congreso también apoyaron la idea.
El republicano Paul Ryan, influyente presidente de la Cámara de Representantes, dijo a la prensa que «toda intervención extranjera en nuestras elecciones es enteramente inaceptable». «Y toda intervención de Rusia es particularmente problemática porque, bajo el presidente (Vladimir) Putin, es un agresor que constante busca afectar los intereses de Estados Unidos», apuntó Ryan.
«Los rusos no son nuestros amigos»
Por su parte, el presidente del mayoritario bloque republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo que «los rusos no son nuestros amigos». «Tengo la más alta confianza en la comunidad de inteligencia y especialmente de la CIA», añadió en una conferencia de prensa.
El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo este lunes que la presidencia estadounidense defiende el papel del Congreso en situaciones como ésta. «No necesitas acceso privilegiado para entender quién se benefició de la maliciosa ciberactividad rusa», dijo Earnest, recordando que el presidente Barack Obama ya ordenó a la comunidad de inteligencia que «compile información que pueda ser presentada al Congreso».
Otros dos influyentes legisladores republicanos -el excandidato presidencial John McCain y el senador Lindsey Graham- expresaron apoyo a la idea de realizar una investigación bipartidista.
Pero tanto Ryan como McConnell dejaron claro que se oponen a la creación de una ‘súper comisión’ bicameral, como ocurrió con el escándalo de Watergate o los ataques de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, compuesta por legisladores de las dos cámaras, lo que habría dado mayor relevancia y publicidad a la investigación.