OKDIARIO en el funeral del Papa Francisco: Roma le ha despedido con austeridad y gloria


Desde primeras horas de la mañana, la Ciudad del Vaticano ha sido testigo de una de las ceremonias más solemnes y significativas de los últimos tiempos. La plaza de San Pedro, convertida en epicentro del mundo, ha acogido el funeral del Papa Francisco en una ceremonia que, si bien austera como fue su pontificado, no ha dejado de ser profundamente sobria y conmovedora.
Cerca de 150.000 fieles se han congregado para dar su último adiós al Pontífice argentino, en un acto marcado por la perfecta organización, beneficiándose de los preparativos que Roma había dispuesto para el Jubileo desde comienzos de año.
El cortejo fúnebre transportará al féretro papal en un papamóvil especialmente adaptado, permitiendo que el recorrido hasta Santa María Maggiore se completara en apenas media hora. Un detalle significativo que refleja la sencillez que siempre caracterizó al Papa.
La ceremonia reúne tres esferas fundamentales: la de los fieles que han participado en la despedida y comunión (distribuida por más de 400 sacerdotes por toda la plaza), la esfera política con la presencia de jefes de Estado, monarcas y líderes mundiales, y la esfera eclesiástica, donde entre los cardenales presentes ya se encuentra quien será el futuro Papa.
Es destacable la fuerte presencia de fieles de origen hispano y europeo, aunque como se ha señalado, el futuro de la Iglesia apunta hacia África y Asia, continentes de creciente relevancia para el catolicismo global.
Esta despedida, en su austera sobriedad, ha sido un fiel reflejo del espíritu y legado del Papa Francisco: sencillo en las formas, pero profundo y conmovedor en su esencia.