Nueve pacientes muertos al explotar una bombona de oxígeno en una unidad de COVID-19 en Turquía

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Cordón polial a las puertas del Hospital Universitario Sanko de Gaziantep, en el que han muerto nueve pacientes en una explosión. (Afp)

Nueve pacientes afectados por la COVID-19 murieron esta jornada de sábado y 11 resultaron heridos por la explosión de un tubo de oxígeno en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de la provincia de Gaziantep, en el sur de Turquía.

El suceso ocurrió a las 01:45 GMT de la mañana, cuando un aparato que suministraba oxígeno a uno de los pacientes explosionó, según la información servida por la Gobernación de Gaziantep a través de un comunicado oficial. «Ocho de los 19 pacientes hospitalizados en la UCI han perdido la vida. Otros once han sido trasladados a otros hospitales de la región», señaló la nota oficial.

Grupos de bomberos y policías fueron enviados al lugar del suceso para apagar el fuego originado por la explosión y trasladar a los enfermos a otros edificios. Mientras, las autoridades han iniciado una investigación judicial y administrativa sobre los hechos acaecidos.

«Los pacientes fallecidos tenían entre 64 y 85 años. Siete murieron en la UCI y otro durante el traslado al otro hospital», según señaló Okkes Ozeksi, editor del diario local Gaziantep27.

Este fatal accidente sucede en un momento difícil para Turquía debido al aumento exponencial de los casos de infectados por coronavirus que se ha producido en las últimas fechas ante el cambio en la forma de registrar los casos de contagiados por parte de la Administración otomana.

Al cambiar Turquía la forma de reportar las infecciones diarias por COVID-19, se confirmó lo que los grupos médicos y los partidos de la oposición sospechaban desde hace tiempo: que el país euroasiático afronta un gran auge de casos de contagio que está poniendo en duda la resistencia del sistema sanitario, el cual sufre un importante colapso ante la falta de recursos y el auge del número de personas afectadas.

El Ejecutivo del presidente Recep Tayyip Erdogan decidió a finales del mes de noviembre notificar todas las pruebas positivas de coronavirus, no solo la cantidad de pacientes que reciben tratamiento por síntomas, lo que elevó la cantidad de casos diarios a más de 30.000. Con los nuevos datos, el país pasó de ser uno de los menos afectados de Europa a uno de los más golpeados por la crisis sanitaria.

Eso no fue una sorpresa para la Asociación Médica Turca, que ha estado advirtiendo durante meses que las cifras anteriores del Ejecutivo ocultaban la gravedad de la propagación y que la falta de transparencia estaba contribuyendo al aumento de le extensión del virus. La entidad sostiene, sin embargo, que las cifras del Ministerio de Salud siguen siendo bajas en comparación con su estimación de al menos 50.000 nuevas infecciones por día a causa de la pandemia.

Actualmente, Turquía cuenta con 1.982.090 casos diagnosticados, 17.610 fallecimientos por la COVID-19 y 1.753.552 recuperados de la enfermedad.

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