Más de 70 intoxicados tras bañarse en una playa infectada por aguas fecales
Los primeros síntomas comenzaron a reportarse el sábado 2 de agosto por la tarde
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Más de 70 personas, entre ellas decenas de niños, han resultado afectadas por síntomas gastrointestinales tras bañarse en aguas contaminadas en la playa de Nazaré, en el distrito de Leiria (Portugal). Las autoridades locales y sanitarias han confirmado que el origen del problema fue un vertido accidental de aguas fecales, causado por un fallo técnico en el sistema de drenaje.
Los primeros síntomas comenzaron a reportarse el sábado 2 de agosto por la tarde. Bañistas que habían estado en el agua comenzaron a experimentar náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y malestar general. En las siguientes horas, los centros sanitarios de Nazaré, Alcobaça y Leiria atendieron a un número creciente de personas. A lo largo del fin de semana, las cifras oscilaron entre 70 y 116 afectados, aunque algunos informes señalan que podrían ser más.
Entre los pacientes atendidos, al menos 44 eran menores de edad. Según la Unidad Local de Salud de Leiria, un 60% de los afectados eran mujeres. Aunque la mayoría de los casos fueron leves y tratados de forma ambulatoria, el impacto generó alarma tanto entre la población local como entre los numerosos turistas que visitan Nazaré en estas fechas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Nazaré, junto con la Unidad de Salud Pública del Centro, confirmó que la causa fue una «descarga de aguas residuales en el sistema pluvial, resultado de una falla técnica en el drenaje». Este fallo provocó que aguas contaminadas fueran vertidas directamente al mar. A pesar de que no se observaron restos sólidos visibles ni un olor persistente en la playa, el incidente fue suficiente para provocar un brote de gastroenteritis colectivo.
Inmediatamente después de detectar el incidente, el consistorio cerró la playa al baño como medida preventiva y ordenó el análisis de muestras de agua para determinar el nivel de contaminación.
Las muestras recogidas por técnicos ambientales en la zona afectada fueron analizadas con urgencia. El sábado por la noche, el Ayuntamiento informó que los resultados mostraban niveles de calidad del agua «aceptables», y la playa fue reabierta al público. La decisión fue respaldada por informes que describían el agua como «limpia y transparente, sin presencia de materia orgánica visible».
Pese a la reapertura, los servicios de salud mantuvieron la alerta sanitaria y continuaron realizando un seguimiento de las personas afectadas, además de monitorear posibles nuevos casos.