Lilian Tintori reparte en Venezuela el material médico recogido en su última visita a Madrid

La esposa de Leopoldo López no sólo lucha por la libertad del pueblo venezolano, oprimido bajo la bota dictatorial del chavista Nicolás Maduro. También se pone manos a la obra para abrir su propio ‘canal humanitario’. Durante su última visita a Madrid, la semana pasada, Lilian Tintori no sólo transmitió al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, sus quejas respecto al papel de José Luis Rodríguez Zapatero como «portavoz de la dictadura», o se reunió con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sino que lideró una colecta de material médico para proveer los hospitales de su país.

En Venezuela, según las ONG Médicos por la Salud y Observatorio Venezolano por la Salud, la escasez de material médico quirúrgico en los centros hospitalarios venezolanos alcanza 81%.

Fotografías de bebés recién nacidos durmiendo en cajas de cartón en un centro de salud en la ciudad de Barcelona (este), difundidas el pasado 20 de septiembre en redes sociales por dirigentes opositores, reactivaron el debate sobre la crisis hospitalaria.

Según el abogado Manuel Ferreira, del equipo de derechos humanos de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la situación se debió a la falta de cunas e incubadoras para los neonatos en el hospital Domingo Guzmán Lander.

Tintori ha recogido pañales para mayores, medicinas, material ortopédico y todo tipo de «insumos» que ha empezado a distribuir de la mano de los voluntarios de Voluntad Popular (VP), el partido liderado por su marido desde la cárcel. «Leopoldo me dijo desde su celda: ‘Lilian, busca material médico para los venezolanos’, y si tenemos que hacerlo, lo haremos».

Leopoldo López es el preso político más conocido del mundo gracias a la labor de su esposa para difundir esta injusticia de la dictadura bolivariana por el mundo. Está preso desde febrero de 2015, cuando fue acusado de delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio. Todo, después de impulsar movilizaciones populares «pacíficas y respetuosas con la Constitución» para reclamar libertad política y de expresión, y apertura a un régimen que ha hundido la economía venezolana, no controla la enorme delincuencia –en 2015, hubo 27.875 homicidios en el país, en una tasa de más 76 por día que no deja de crecer en los últimos años–, y que además controla todos los resortes del poder violando la Carta Magna cada día.

López, condenado a casi 14 años de prisión en un juicio cuyas pruebas y testigos estaban manipulados, como reconoció el propio fiscal Franklin Nieves tras huir a Estados Unidos, sobrevive en una celda de aislamiento permanentemente, en lo alto de una torre abandonada de la prisión militar de Ramo Verde.

Su esposa, que sólo lo puede visitar una hora cada domingo –y no todos– ha cumplido la misión que le encomendó el líder político mejor valorado del país. «Gracias a todos», concluye Tintori su sonriente vídeo en el que cuenta su pequeño triunfo solidario trabajado en nuestro país. «Hemos traído insumos médicos para nuestros mayores y para todos los venezolanos… ¡Gracias Madrid!»