Líderes demócratas dan por hecho que Biden renunciará como candidato este fin de semana

En el Partido Demócrata cunde un descontento creciente ante lo que dan por hecho que será un absoluto descalabro electoral si el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, persiste en mantenerse como candidato a la reelección. Las voces que apuntan a la conveniencia de que renuncie como candidato frente al republicano Donald Trump han arreciado en público, pero más aún en privado. Y se apunta ya abiertamente a que la retirada de Biden como candidato va a ser inminente.

Esos movimientos en las filas demócratas se han traducido en una presión creciente sobre Biden para que renuncie, hasta el punto de que en los círculos de máxima confianza de algunos destacados líderes demócratas se da por hecho que la retirada de Biden de la carrera electoral es inevitable y que la va a anunciar con rapidez, según han revelado en las últimas horas destacados medios de comunicación estadounidenses. Se baraja que será este mismo fin de semana cuando se sustancie y el partido acelera los movimientos de fontanería para articular un relevo que les permita remontar ante la cita con las urnas que tendrá lugar en noviembre.

Son cada vez más los que consideran que la candidatura de Biden es un despropósito y que urge su renuncia. Los desatinos públicos del presidente de Estados Unidos no cesan. El último, sonado, se ha producido en una entrevista televisada en la que se le ha olvidado el nombre de su secretario de Estado de Defensa y se ha referido a él como «el negro». Y todo ello ante un Trump en alza, más aún tras el intento de asesinato que sufrió en un mitin el pasado fin de semana y que compromete a la Casa Blanca, de la que dependen los agentes del Servicio Secreto que debían proteger al candidato republicano. El dispositivo de seguridad falló, como informó OKDIARIO nada más producirse el atentado, y se han convertido en otro comprometedor frente para la Casa Blanca conforme han pasado los días.

Voces de peso en el seno del Partido Demócrata se han pronunciado en las últimas horas, de forma más o menos explícita, a favor de una renuncia de Biden. En ese sentido ha apuntado el propio ex presidente estadounidense Barack Obama. Y otra sólida figura entre los demócratas, Nancy Pelosi, maniobra abiertamente para que el actual inquilino del Despacho Oval se retire de la carrera electoral.

Pelosi tiene 84 años, tres más que Biden. Pero su voz resuena con mucha más lucidez y contundencia que la del presidente y candidato a la reelección. Son dos cualidades que Pelosi mantiene y que, pese a la edad, le hacen tener ascendiente en el Partido Demócrata. Ese poder de influencia lo está poniendo en práctica. El Washington Post, por ejemplo, ha revelado que la ex presidente demócrata de la Cámara de Representantes de EEUU está actuando como activa agente de presión sobre Biden para que renuncie a su candidatura a la reelección. Se apunta a que Pelosi está convirtiéndose en una suerte de portavoz de los descontentos del Partido Demócrata para insistir ante Biden en ese malestar creciente y conseguir que se retire como competidor de Trump.

Candidatos descontentos

Ya no es sólo una cuestión de las bases del Partido Demócrata. Ya no es únicamente la desazón entre el caladero de votantes de esta formación. El problema es que el malestar cunde cada vez más entre congresistas que tienen que luchar por su reelección en las elecciones o nuevos candidatos que se estrenan: son cada vez más los que sienten que sus expectativas van a ser imposibles con un cabeza de cartel tan devaluado como Biden. Y esa presión es la que está manejando Pelosi para una presión que se puede convertir en insoportable para el presidente que, hasta ahora, se ha atrincherado en su candidatura para un segundo mandato pese al cúmulo de evidencias que la desaconseja.

Ese creciente malestar interno entre los demócratas refuerza la hipótesis de una renuncia inminente por parte de Joe Biden. Algunos medios estadounidenses dan por hecho que va a producirse no más allá de este fin de semana. Los hay que que incluso apuntan a que el presidente de EEUU ya lo tendría prácticamente decidido, y que el anuncio público, oficial, es cuestión de horas.