La policía francesa a Okdiario: «A la hora de investigar debemos aprovechar que entre los yihadistas hay división»

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Policías franceses en una calle de París (Foto: Getty)

La policía francesa guarda en sus ficheros el perfil de cientos potenciales terroristas que han realizado amenazas o se han visto involucrados en ataques a un país occidental en los últimos años. “La respuesta en inteligencia es muy avanzada pero nos vemos abrumados por la cantidad de fichas policiales a la hora de buscar rápidamente, como requiere este caso, a los terroristas huidos para que no escapen del país”, señala un miembro del cuerpo de la policía francesa que pide no ser identificado.

El agente trata de explicar a este medio que las cosas han cambiado en lo que son las líneas de investigación. «Hasta el 13 de noviembre, los ocho atacantes responsables de la noche de violencia en París no eran más que un puñado de islamistas radicales. Hoy sabemos que, incluso, entre los yihadistas hay división, una circunstancia que debemos aprovechar”, explica el agente. Durante estas semanas numerosos investigadores han colaborado con los servicios de seguridad para encontrar con rapidez a los terroristas huidos y evitar así que se escapen del país.

Algunos sostienen que la Yihad (su Guerra Santa) debe ser librada únicamente en aquellos países en los que “sus correligionarios musulmanes están oprimidos”, destaca poniendo el ejemplo de Siria para imponer su sharía (ley más radical que denigra a las mujeres, entre otras cosas).

Sin embargo, los investigadores apuntaron a los agentes que había un segundo grupo formado por yihadistas que solo quieren llevar estos ataques a los países occidentales para imponer su cultura ahí. Incluso, entre éste grupo se encuentra otra división: el ala más radical que está dispuesta a inmolarse y perpetrar ataques kamikazes. Mientras que otro grupo preferiría no actuar de esa manera.

Hasta el momento, el trabajo de búsqueda de la policía francesa era tardío porque se perdían entre tanto volumen de fichas con potenciales terroristas. Además, señala que se necesitan muchos recursos para mantener el sistema de escuchas telefónicas anunciado por el presidente francés, François Hollande. “También la vigilancia física cuesta aún habiendo aumentado el número de efectivos en más de 1.500 policías”, comenta el agente.

Por lo tanto, lo que utilizan ahora para aligerar el trabajo es un sistema de evaluación de riesgos para clasificar las amenazas potenciales y desplegar sus recursos de forma selectiva contra esas amenazas consideradas las más peligrosas. Es decir, «clasificar a los terroristas yihadistas / islamistas en esos dos grupos para conocer con el tiempo los posibles lazos y familias entre ellos, y así que nuestro sistema pueda detectar conexiones entre unos y otros”, explica el policía.

«En un país como Francia cuyo Estado de Derecho no permite que hagamos redadas para detener a todos los conocidos de amenaza potencial para luego llevarlos a prisión, es difícil”, apunta.

El ataque Kamikaze, un método nuevo en Francia

La policía también apunta que los ataques sangrientos perpetrados el viernes por la noche en la capital francesa son nuevos en cuanto al método utilizado. En Saint-Denis y París, de los ocho atacantes que murieron, siete fue por la activación de sus chalecos explosivos, incluso antes de que las balas llegasen a la policía. Destacan que el país nunca se había sometido a ataque suicida en su territorio hasta el momento.

«En un escrito publicado poco antes del mediodía del sábado, Daesh da la bienvenida a la acción de los ocho hermanos del uso del cinturón explosivo. Demuestra que su muerte por suicidio fue parte del procedimiento de prueba para estos ataques”, constata la policía.

«Es muy nuevo y muy preocupante. Demuestra la voluntad de atacar masivamente nuestro país y la capacidad Daesh para preparar y planear ataques coordinados que requieren recursos y apoyo logístico”, reitera.

Para la policía francesa estos ataques tampoco resultan nuevos. “Siguen un procedimiento bastante convencional. «Contrariamente a lo que se ha dicho, estos ataques son muy poco sofisticados. El Kalashnikov no requiere ninguna habilidad especial”, señala.

El agente recuerda que a principios de este verano, un artículo publicado por el diario francés Le Figaro consideró el ataque suicida como la amenaza terrorista que más crecía en Francia, y explicó la hipótesis de que un ataque de este tipo cometido en territorio francés era considerado por los expertos en terrorismo “como una opción probable». El diario recordó que varios ciudadanos franceses partieron para hacer la yihad en Siria e Irak y, finalmente, se sacrificaron en el terreno para llevar a cabo dichos ataques.

«Los terroristas a los que les lavan el cerebro tienen más voluntad de morir. Para el yihadismo la muerte es el fin último. Ellos lo asemejan al sacrificio o martirio dándoles acceso al paraíso. Ni siquiera salvan a sus seres queridos. El terrorismo sin retorno implica acciones suicidas contra lo que es especialmente difícil de combatir”, desarrolla un informe realizado por la Comisión Parlamentaria de Francia sobre el seguimiento de las redes yihadistas.

Cabe preguntarse entonces, ¿cómo luchar contra esta forma de terrorismo urbano? Los trágicos acontecimientos del viernes por la noche no hacen sino tirar por tierra algunos dispositivos convencionales de seguridad que la policía aplicaba para distintos casos. Sin embargo, estos ataques impredecibles y las explosiones a gran escala hacen replantearse el cambio de sistema en la búsqueda y aplicación de las políticas de vigilancia en Francia.

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