OFENSIVA DE ISRAEL CONTRA HEZBOLÁ

Israel continúa su ofensiva contra Hezbolá y liquida al jefe de seguridad que debía proteger a Nasralá

El hombre que fracasó al proteger a Nasralá de Israel también ha muerto en un bombardeo sobre Líbano

Nasralá
Nabil Kavek, responsable de seguridad interna de Hezbolá.
Pelayo Barro

Israel no da por zanjada su operación para descabezar al grupo terrorista Hezbolá en Líbano. A pesar de que este pasado viernes se cobró la pieza más codiciada, con la muerte del líder supremo Hasan Nasralá, y que el organigrama de dirección de la milicia ha sido laminado tras semanas de operaciones, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) siguen anunciando muertes confirmadas de gerifaltes. El último, Nabil Kavek, responsable de seguridad interna de Hezbolá, que ha muerto en un bombardeo sobre el Líbano este pasado sábado. Él era el responsable de proteger a la organización ante operaciones como la de los 3.000 buscapersonas explosivos o de asegurar la vida de la cúpula de Hezbolá, incluido Nasralá.

«Se considera que el terrorista Kavek ocupaba un puesto cercano a la cima de Hezbolá y estuvo directamente involucrado en la planificación de acciones terroristas contra Israel y su población, incluso en los días recientes», han señalado las Fuerzas Armadas israelíes en un comunicado.

Kavek se unió a Hezbolá en los años 80 y era visto como una figura clave en la estructura del grupo, llegando a representar a la organización en el sur de Líbano y desempeñando el cargo de vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Hezbolá. Solía aparecer con frecuencia en medios de comunicación como portavoz de la milicia.

«Las FDI continúan atacando y eliminando a los comandantes de la organización terrorista Hezbolá, y tomando medidas contra cualquiera que represente una amenaza para los ciudadanos del Estado de Israel», subrayaron las autoridades militares israelíes.

Desde mediados de septiembre, Israel ha incrementado su ofensiva contra Hezbolá, eliminando a gran parte de su liderazgo. La milicia había lanzado ataques contra el norte de Israel en apoyo a la causa palestina.

Los españoles vuelven a patrullar

Mientras, los cascos azules españoles desplegados como Fuerza Provisional de Naciones Unidas Para Líbano (FINUL) vuelven a patrullar en la denominada Blue Line, una de las zonas más calientes del planeta que parece haber recuperado la calma tras la eliminación del líder supremo de Hezbolá, Hasán Nasrala. Hacía casi una semana que habían recibido orden de refugiarse en búnkeres ante la escalada bélica en esa área.

Hezbolá anuncia represalias, Irán avisa en la ONU de la posibilidad de una «guerra a escala total», pero el gesto de los cascos azules españoles indica que la situación actual en el Líbano ha recuperado una cierta normalidad. Durante la jornada del sábado, una vez confirmada la muerte del líder terrorista que supone el descabezamiento de Hezbolá, los militares españoles han vuelto a salir con sus blindados a patrullar la zona del sur del país. Una de las más afectadas por la campaña de bombardeos iniciada por la fuerza aérea israelí en plena escalada con la milicia terrorista.

Las patrullas, que finalizaron «sin novedad», suponen retomar los objetivos y misiones habituales de esta operación de la ONU iniciada tras la guerra entre Israel y Líbano de 2006. Precisamente el año en que Nasralá pasó a la clandestinidad y comenzó a vivir en refugios seguros secretos protegidos por Hezbolá.

En las últimas horas ha trascendido una posible operación terrestre de las IDF de Israel para limpiar algunas ubicaciones operativas de Hezbolá, lo que supondría una incursión en territorio libanés. Sin embargo, la prensa israelí, citando a fuentes de la inteligencia nacional, han desmentido esta posibilidad.

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