La imagen de Biden se hunde un año después de las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca

Inflación EEUU
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Rafael Gallego

Ha pasado un año desde las elecciones que llevaron a Joe Biden a la Casa Blanca y el demócrata atraviesa sus horas más bajas. No está siendo el aniversario soñado por el presidente, que ha sumado un inesperado trastazo electoral en el estado de Virginia -feudo demócrata en la última década- a su ya repetitiva crisis en los índices de popularidad, que lo señalan como uno de los líderes con menor respaldo de la historia de Estados Unidos.

Esta semana se cumple el aniversario de las elecciones del 3 de noviembre: no así el de su victoria electoral, eso sí, puesto que los resultados tardaron días, incluso semanas en confirmarse. Su camino a la proclamación, que finalmente se produciría en tiempo y forma, estuvo jalonado de intentos judiciales por ser frenada por parte del equipo legal del presidente saliente, Donald Trump, en una estrategia de escaso éxito en su resolución final.

Esta efeméride le llega en un momento singularmente complicado a Biden. Esta semana llegaba un hito kilométrico en la legislatura particularmente simbólico con las elecciones a gobernador en el estado de Virginia, un feudo que si bien durante buena parte de la transición entre el siglo XX y el actual fue feudo de los republicanos, desde los años de Obama se tiñó de azul demócrata. Según los sondeos, el candidato de Biden era claro favorito para ganar, pero tras la cita con las urnas, el vencedor ha sido el aspirante republicano Glenn Youngkin. Se trata de un candidato completamente identificado con Donald Trump y, de hecho, la campaña demócrata se había orquestado sobre esa idea, la de que una victoria del republicano supondría un espaldarazado al ex presidente, que maniobra para volver a presentarse como candidato en los comicios nacionales de 2024.

También ha rozado la debacle electoral el Partido Demócrata en el estado de Nueva Jersey, un feudo de menor importancia pero en el que Biden obtuvo gran respaldo en las últimas elecciones con una clara victoria. Ahora, en la elección del gobernador, los republicanos han rozado la victoria, que en el último momento salvó el actual mandatario demócrata, Phil Murphy.

Popularidad en caída libre

Este varapalo en las urnas le ha llegado a Joe Biden en un momento en el que ha conseguido que sus índices de popularidad le señalen como el tercer presidente con menos respaldo entre su población en la historia de Estados Unidos. Con el reciente recuerdo de la atropellada salida de Afganistán de las tropas norteamericanas, el índice de ciudadanos que respaldan su gestión ha caído hasta el 43%, según datos de Real Clear Politics, que hace una media de las diferentes encuestas.

Le salva la imagen en este sentido a Biden que de los dos presidentes con aún peor imagen a estas alturas de mandato, uno de ellos era precisamente Donald Trump. El peor, por cierto, era el también republicano Gerald Ford, presidente entre el 74 y el 77.

Es más, según otro índice también revelado por el mismo organismo, el 48% de los propios demócratas estiman que el país no va por buen camino con Biden al frente. La aprobación de su gestión en la lucha por la pandemia -probablemente, el mayor factor de peso en la caída de Donald Trump en su intento de revalidad mandato- no le salva la cara a un Biden cuya errática gestión en la crisis de Afganistán y en la entrada de inmigrantes ilegales por la frontera con México están complicando su primera mitad de mandato.

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