Erdogan recula y retira su propia orden de expulsar a los embajadores de diez países occidentales
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reculado sobre la decisión tomada hace escasas fechas de expulsar a diez embajadores occidentales por su apoyo a un dirigente opositor. El sátrapa otomano anunció su intención de echar del país a los representantes de países tales como Estados Unidos, Alemania, Francia o Canadá, nada menos. Pero, pasado el impulso inicial, Erdogan se lo ha pensado mejor y ha cambiado de opinión, alegando que estos embajadores «dieron marcha atrás y serán más prudentes en el futuro».
Erdogan ha llegado a asegurar que al tomar la decisión de expulsar a estos diez diplomáticos, «nuestra intención no era provocar una crisis». La lira, que había caído alarmantemente tras esta decisión, se ha recuperado ligeramente tras esta vuelta atrás.
Esta crisis se desató la pasada semana cuando estos diez diplomáticos -un grupo que también incluye a los embajadores de Suecia, Noruega, Finlandia, Países Bajos, Dinamarca y Nueva Zelanda- solicitaron una «solución justa y rápida del caso de Osman Kavala», un empresario que pasa por ser uno de los grandes antagonistas de Erdogan y que está acusado por intentar desestabilizar a Turquía.
Kavala está acusado de espionaje y de intentar tumbar al Gobierno de Erdogan sirviéndose de las multitudinarias protestas de 2013 en Estambul, por lo que podría ser encarcelado en el peor de los casos a cadena perpetua. En diciembre de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló a su favor y señaló que estaba siendo víctima de una «detención arbitraria» desde 2017.
«Tomando nota de los fallos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre el asunto, pedimos a Turquía que asegure su liberación urgente», rezaba la declaración conjunta que fue publicada en la cuenta de Twitter de la Embajada de Estados Unidos el lunes.
En respuesta, el vicepresidente del país, Fuat Oktay, denunció que los embajadores, «a pesar de estar obligados a respetar la independencia de los países en los que sirven, han excedido sus límites y han exigido que (los políticos) interfieran con el poder judicial».
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco informó de la convocatoria de los diez diplomáticos para expresar la protesta del Gobierno turco ante esta declaración «inaceptable». «Intentan politizar los procesos legales y presionar al sistema judicial turco»,dijo.
Este conato de crisis ha sido desactivado este lunes cuando el régimen turco ha reculado sobre su propia decisión, pero también después de que Estados Unidos pidiera una aclaración sobre la motivación de esa decisión. «Estamos al tanto de estas informaciones y queremos que el Ministerio de Exteriores de Turquía nos aclare la situación», comentó un alto cargo norteamericano.
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