Dos mujeres de Perú intercambian a dos niños de 6 años tras descubrir que no eran sus hijos
Las madres tienen que empezar de cero con sus hijos biológicos y despedirse de los niños que han criado
Una de ellas dijo a una enfermera "no es mi hijo, no es mi hijo" el día del parto, y su respuesta fue: "Señora, usted está loca"


Dos mujeres de Perú han tenido que aprender, 6 años después de dar a luz, a «adaptarse» a sus hijos y, a la vez, vivir sin ellos: las madres han intercambiado a los niños tras descubrir que fueron confundidos al nacer. Ocurrió en el hospital público de la ciudad de Jaén, el 24 de diciembre de 2018.
María Chilcón, una de ellas, sufrió un desmayo frente a los medios de comunicación justo antes de poner rumbo a Chirinos, el pueblo rural en el que tenía que entregar al niño que ha criado durante 6 años que, ha indicado, «no se acostumbra a la vida en el campo, le han picado los mosquitos y se aburre». «Uno quiere irse y el otro no quiere quedarse», explicó.
Aprovechó también para señalar la responsabilidad del hospital y del personal en el sufrimiento que están experimentando ambas mujeres y niños y confesó que avisó la noche del parto del error, de que el niño que le habían dado no era su hijo. «Todo el dolor que estamos pasando es por el hospital y las enfermeras.Yo le dije a una enfermera: ‘No es mi hijo, no es mi hijo’. Y ella me dijo: ‘Señora, usted está loca’. Nunca me voy a olvidar de lo que me dijo la enfermera. Me he acostumbrado a él y ahora para que se vaya no es fácil», ha detallado.
Las madres conocieron la verdad gracias al divorcio de una de ellas, Ruth Cieza, que solicitó la pensión alimenticia y tuvo que someterse a la prueba de ADN. El análisis fue claro: el que pensaba que era su hijo no compartía ADN ni con ella ni con su ex marido.
Una vez que reconfirmó el resultado de las pruebas, que volvieron a arrojar un resultado negativo, judicializó el asunto y el fiscal ordenó que se realizaran las mismas pruebas a otras tres madres que dieron a luz esa misma Nochebuena.
El juicio arrancó en 2022 y, entonces, el juez instructor, Andy Herrera, ordenó la anulación de las partidas de nacimiento para que se pudieran inscribir nuevamente en el registro civil con los nombres correctos de sus verdaderos padres. La justicia dictaminó, según recoge la sentencia, que el hospital, que ni siquiera ha pedido disculpas a las madres, es culpable de negligencia.