Dilma Rousseff sigue buscando aliados para mantenerse en el poder
La presidenta brasileña Dilma Rousseff continuó este lunes intentando conseguir alianzas para salvar su mandato, mientras su gobierno denunciaba un «deseo de venganza» del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Rousseff está decidida a llevar a cabo una reestructuración gubernamental en todos los niveles, con el fortalecimiento de formaciones que puedan darle los votos necesarios para impedir un juicio de destitución en el Congreso.
La semana pasada fueron destituidos los jefes del Departamento Nacional de Obras contra la Sequía (DNOCS), de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) y de la Fundación Nacional de Salud (Funasa).
La crisis política de la democracia brasileña se ve potenciada con una grave recesión. Según la última encuesta de mercado publicada semanalmente por el Banco Central, los operadores estiman que la contracción del PIB de la mayor economía latinoamericana será este año de 3,73%, casi igual a la de 2015 (3,8%).
En busca de venganza
La mandataria brasileña aseguró que las acusaciones en su contra no implican un «crimen de responsabilidad» y en realidad se trata de «una tentativa de golpe de Estado» institucional.
Cardozo, que fue ministro de Justicia, «va a pedir archivar la causa por falta de base jurídica» y atribuirá la denuncia a un posible «acto de venganza» del presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, tal como adelantó la Abogacía General de la Unión (AGU), una instancia con rango ministerial.
Cunha, tercero en la línea de sucesión de Rousseff, se convirtió el mes pasado en el primer político brasileño protegido por fueros que deberá sentarse en el banquillo de la Corte Suprema, por haber recibido, según la acusación, al menos 5 millones de dólares en sobornos procedentes de la red corrupta que desangró a la estatal Petrobras.
Según fuentes gubernamentales, Dilma no estaría sola a la hora de conseguir alianzas para evitar que sea cesada como presidenta, ya que Lula Da Silva seguiría siendo el gran articulador de las nuevas alianzas.
El ex mandatario afirmó el fin de semana que esperaba que su caso sea zanjado por el Supremo Tribunal Federal el próximo jueves.