Cuál es el conflicto entre Kosovo y Serbia y qué está pasando: ¿podría haber una nueva guerra?

Kosovo Serbia

El conflicto que arrastran Kosovo y Serbia desde hace más de 20 años ha tenido un nuevo capítulo esta semana. El motivo: las autoridades kosovares han impuesto a todos las personas que entren desde el país vecino a cambiar sus documentos de identidad y las matrículas de los coches por unos expedidos por Pristina (capital de Kosovo) y que tendrán validez durante tres meses. Esta medida se aplicará a partir del 1 de septiembre.

Desde que terminó la guerra han pasado 23 años, pero las tensiones han sido constantes. La anormalidad de Kosovo, que no es reconocido por numerosos países (entre ellos cinco de la Unión Europea, incluida España), tiene parte de culpa.

El conflicto bélico duró casi un año y medio, desde febrero de 1998 hasta junio de 1999, y enfrentó a las fuerzas de la República Federal de Yugoslavia (que en este momento estaba compuesta por las Repúblicas de Serbia y Montenegro) y el grupo rebelde albanés de Kosovo, conocido como el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), con apoyo aéreo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y apoyo en tierra del ejército albanés.

El resultado de la guerra es que Kosovo se convirtió en un territorio independiente bajo la tutela de Naciones Unidas. Para concretar el estatus del nuevo territorio, en 2006 empezaron las conversaciones entre el nuevo país y Serbia, que rechazó el plan del e presidente finlandés (que actuó de mediador) Martti Ahtisaari.

Kosovo declaró su independencia en 2008, pero aún no es reconocido por Serbia como Estado independiente, aunque sí lo hacen más de 100 países.

Nuevo conflicto

Este domingo comenzaron nuevos enfrentamientos entre Kosovo y Serbia, con la guerra de hace más de dos décadas en la mente de todos los actores.  Se bloquearon los pasos fronterizos y carreteras horas antes de que entrase en marcha la nueva normativa de documentos, aunque finalmente se haya post puesto hasta los primeros días de septiembre.

La Policía kosovar se desplegó en los pasos de Brnjak y Jarinje y en el norte del país, donde está la minoría serbia, con el fin de llevar a cabo estos controles de documentación.

Por parte Serbia se construyeron barricadas que llevan de Mitrovica, donde son mayoría, hasta esos los dos pasos fronterizos mencionados. Los dos países se acusan mutuamente de desestabilizar la región.

Las nuevas medidas establecen que las personas que entren en Kosovo con carnés de identidad serbios recibirán un documento kosovar válido durante 90 días. Además, las matrículas de vehículos emitidas por Serbia para ciudades kosovares de mayoría serbia tendrán que ser sustituidas por las oficiales de Kosovo.

El papel de España

Todo este revuelo ha pillado al presidente Pedro Sánchez de gira por los balcanes este fin de semana. Desde allí ha dicho que España apoya plenamente a Serbia respecto a Kosovo y va a estar a su lado apelando al diálogo entre ambas partes.

España se ha mostrado contraria a considerar a Kosovo como territorio independiente de Serbia y se ha argumentado que precisamente esa declaración unilateral de independencia (DUI) en 2008, es el motivo de peso para el actual posicionamiento. Además, es el único país que no permite el pasaporte kosovar para entrar al Espacio Schengen.

Todo para evitar que aquí se pueda aplicar la vía Kosovo, como podrían intentar los independentistas catalanes o vascos.

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