Ciberespías de Irán robaron información confidencial a Trump y se la pasaron al equipo de Biden
El caso sale a la luz después de que Donald Trump haya sufrido dos intentos de asesinato en un par de meses
Ciberespías de Irán robaron información confidencial a Donald Trump y se la pasaron al equipo de Joe Biden a principios de verano con la intención de interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 5 de noviembre, según han informado este miércoles en un comunicado la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el FBI y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA, por sus siglas en inglés). El caso sale a la luz después de que Trump haya sufrido dos atentados en menos de dos meses, el último el pasado domingo. Y ello tras conocerse que agencias oficiales de seguridad de EEUU tuvieron indicios de que Teherán tenía un complot para matar a Trump.
Los correos electrónicos fueron enviados en junio y julio a individuos «asociados con la campaña de Biden», antes de que el aún presidente de EEUU decidiera renunciar a su candidatura para la reelección y fuera proclamada nueva candidata demócrata Kamala Harris, que a la par se mantiene como número dos en la Casa Blanca. Esos correos electrónicos con información recabada por los ciberespías iraníes y que fueron remitidos a miembros del equipo de campaña demócrata «contenían un extracto tomado de material robado y no público de la campaña del ex presidente Trump», han expresado en un comunicado la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el FBI y la CISA, como se ha indicado con anterioridad. Los iraníes también han seguido tratando de filtrar material «no público» de la campaña de Trump a organizaciones de medios de comunicación desde junio.
Esta revelación arroja nueva luz sobre las tácticas que Irán ha empleado para perjudicar la campaña de Trump, país que intenta boicotear en Oriente Medio todos los intentos de Washington e Israel de crear seguridad en la zona y afianzar los lazos de Jerusalén con diferentes países de la región. Teherán está detrás de la masacre de Hamás en el sur de Israel, que se cree orquestada por la autocracia chíi de Irán para boicotear el inicio de relaciones entre Israel y la suní Arabia Saudí, en el que Washington trabaja desde hace años.
En este sentido, las autoridades de Estados Unidos han confirmado que Irán tenía como objetivo «sembrar la discordia y moldear el resultado de las elecciones en Estados Unidos». Las fuerzas del orden han declarado anteriormente que entre esos intentos también figuraba el de piratear la campaña de Biden-Harris, que no tuvo éxito.
A partir del 22 de julio, el periódico especializado en política de Estados Unidos Politico informó de que había recibido correos electrónicos que contenían comunicaciones internas de un alto funcionario de la campaña de Trump y un dossier de investigación que la campaña había elaborado sobre el compañero de fórmula de Trump, el senador de Ohio J. D. Vance.
The New York Times y The Washington Post también explicaron posteriormente que habían recibido material similar, incluido un documento de 271 páginas sobre Vance fechado el 23 de febrero y etiquetado como «información privilegiada y confidencial».
El FBI y la Inteligencia de EEUU ya señalaron en agosto a Irán por hackear la campaña del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca. Entonces, los funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos confirmaron que Irán se encontraba detrás del hackeo de la campaña presidencial de Donald Trump, en el marco de un plan más amplio de Teherán para interferir en la política estadounidense e influir en el resultado de las elecciones presidenciales de este año. En cambio, no informaron de que se había pasado información a la campaña de Joe Biden.
Entonces, la declaración del FBI se hizo pública en un momento de grandes tensiones entre Washington y Teherán. Estados Unidos estaba en alerta después de que Irán prometiese tomar represalias contra Israel tras su operación contra el terrorista de Hamás Ismail Haniyeh.
Semanas antes, en julio, EEUU informó que había descubierto que Irán tenía un complot para asesinar a Trump semanas antes del primer atentado del 13 de julio en Butler (Pensilvania), cuando el ex presidente Donald Trump recibió un tiro en la cabeza.
El Servicio Secreto reforzó la seguridad al candidato presidencial republicano después de que Inteligencia compartiera esta información con ellos, lo cual elevó la presión sobre la intervención de los agentes, que sin embargo fueron incapaces de evitar que Thomas Matthew Crooks atentara con el ex presidente en un mitin de campaña en Pensilvania.
Los servicios de Inteligencia de EEUU no tienen información que apuntale la teoría de que hubiera vínculos entre Crooks e Irán. Sí se baraja que la República Islámica de Irán buscase venganza contra Trump debido a la muerte de Qassem Soleimani, que falleció en una operación aérea de Estados Unidos en Bagdad en enero de 2020, cuando Trump era presidente de EEUU.