El asesino de Múnich atrajo a sus víctimas pirateando una cuenta de Facebook
El joven atrajo a la mayoría de sus víctimas al lugar del atentado, a la salida de un McDonald’s, mediante el pirateo de una cuenta Facebook. «La gente de Múnich pasó una noche de horror», declaró la canciller Angela Merkel, en su primera declaración tras la balacera. «Una noche como esta fue difícil de aguantar para todos», agregó.
La policía halló indicios de que el joven sentía fascinación por los asesinatos en masa y que recopilaba información sobre «cuestiones vinculadas con desequilibrados» autores de matanzas, agregó. Estaba fascinado por masacres como la perpetrada por Anders Breivik en Noriega. «No hay absolutamente ningún vínculo con el Estado Islámico», declaró por su parte el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andrä.
El asaltante padecía «una forma de depresión», señaló el fiscal de Múnich, Thomas Steinkraus-Koch, al tiempo que pedía prudencia sobre las informaciones que indicaban que el joven habría estado sometido a un tratamiento psiquiátrico.
En todo el país, las banderas ondeaban a media asta en homenaje a las víctimas, de las que se conocen pocos datos. Se sabe que entre éstas había, al menos, tres kosovares, tres turcos y un griego, informaron las autoridades de los respectivos países. El autor del tiroteo actuó solo y no estaba fichado por la policía.
En respuesta a insultos del otro individuo, el asaltante replica: «Soy alemán, nací aquí. En un barrio del Hartz IV», nombre del subsidio por desempleo de larga duración, antes de lanzar: «Estaba en tratamiento hospitalario».
La matanza se produjo cuatro días después de un ataque con hacha en un tren regional de Baviera, cometido por un solicitante de asilo afgano de 17 años, que reivindicó su pertenencia al EI. Según el jefe de la policía de Múnich, se hallaron elementos que señalarían que el joven germano-iraní había seguido de cerca ese ataque.
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