Apalean a un español en Reino Unido al grito de «¡Puto español, habla en inglés!»

Apalean a un español en Reino Unido al grito de «¡Puto español, habla en inglés!»

Dice el juez que no es una «agresión racista», pero Tomás Gil fue literalmente apaleado por un inglés en la localidad de Bournemouth (Reino Unido) al grito de «¡Puto español, habla en inglés!». El matón, identificado como Daniel Way, según se puede ver en el vídeo, arrancó una tabla de madera de la fachada del inmueble contiguo a la acera en la que Gil paseaba con su novia charlando en español y, tras caer al suelo por el empeño en tomar esa ‘arma’, se levantó y agredió al ciudadano español de un palazo en la cara.

Daniel Way, de 37 años y natural de Poole, escuchó a la víctima hablando en su lengua materna con su novia en la calle Old Christchurch Road, en la madrugada del pasado 19 de mayo. Después de exigirle a gritos que hablara en inglés, arrancó el tablón del edificio y golpeó a Gil en la cara con ella.

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Daniel Way, el agresor del español Tomás Gil en Bournemouth. (The Sun)

Y es que, aunque este suceso ocurriera antes del referéndum del Brexit, desde el pasado 23 de junio no han hecho sino crecer los llamados «crímenes de odio» en Reino Unido. Hace poco más de una semana, el propio vicepresidente del Parlamento Europeo Ramón Luis Valcárcel reclamó que la Comisión Europea defendiera «los derechos de los trabajadores europeos», especialmente de los españoles, ante las tensiones que están provocando los discursos del Gobierno británico, en concreto la exigencia de que las empresas hagan «listas de empleados extranjeros»no hacen sino crecer entre los socios.

En la primera quincena del mes de julio se produjeron 3.001 denuncias de este tipo en el país –mas de 200 por día–, es decir, un incremento del 20% respecto al mismo periodo del año anterior. Según Valcárcel, esto podría ser un “incumplimiento de los Tratados en términos de discriminación por parte de Londres”.

El juicio, el pasado 7 de octubre

El pasado viernes 7 de octubre, Way hubo de comparecer ante el tribunal penal de Bournemouth y fue condenado a cumplir trabajos sociales y a compensar a su víctima con 800 libras (algo menos de 900 euros) por la agresión. Pero el juez no observó «motivos racistas» en la agresión, motivo de tan baja condena.

Como se puede observar en el vídeo –grabado por una cámara de seguridad de circuito cerrado–, la novia de Tomás Gil, Silvia, se enfrentó al agresor, y poco faltó para que ella misma recibiera otro palazo. Varias personas se acercaron a socorrer a los agredidos y algunas de ellas, además de unos guardias de seguridad, mantuvieron a Daniel Way inmovilizado hasta la llegada de la policía.

Según el diario Bournemouth Echo, el fiscal Simon Jones basó su acusación en la testificación de los allí presentes y confirmó que el procesado se acercó a su víctima gritándole «Fucking Spaniard, speak in English!». Posteriormente, «agarró la tabla de madera y la utilizó como arma para golpear al sr. Gil».

El pliego de acusaciones incluía el parte de lesiones  sufridas por la víctima: «Cortaduras y contusiones en la boca». Gil cayó «directamente al suelo» y refirió posteriormente que sintió que «perdía la consciencia».

Un funcionario del juzgado declaró al citado diario de la ciudad del sur de Inglaterra que Way «sonreía» cuando se emitían las imágenes en la vista oral.

Sin embargo, su abogado Guy Draper, alegó atenuantes, asegurando que el agresor está «realmente arrepentido» por lo que hizo y que «ha llorado mucho» tras darse cuenta de las consecuencias de su «comportamiento vergonzoso». Además, comentó que acababa de romper con su novia y que se le había diagnosticado un Trastorno de Déficit de Atención cuya medicación, mezclada con alcohol, le provocó una reacción que él desconocía.

 

Según Draper, el agresor está «extremadamente avergonzado de su uso de lenguaje racista»… Pero el juez del caso, Brian Forster, si bien calificó de «totalmente inaceptable» la conducta de Way, negó que el delito pudiera ser calificado de «crimen racista».

«Sólo puede ser considerado como la violencia totalmente gratuita e innecesaria», dijo el juez a la parte demandada. El magistrado admitió que había considerado «estado emocional frágil» de Way antes de emitir su sentencia de 12 meses de prisión, que quedan en suspenso durante los próximos 15 meses a la espera de que mantenga buena conducta.

Way deberá completar 150 horas de trabajo no remunerado en favor de la comunidad y participar en 25 días de actividades de rehabilitación, además de satisfacer con la ya citada indemnización de 800 libras a su víctima.

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