Salida de Reino Unido de la UE

La ley del Brexit será la primera en la historia aprobada contra la voluntad del Parlamento escocés

Theresa May "decepcionada" porque sólo los 'tories' apoyaron el texto y todo el resto de la Cámara la dejó sola

Nicola Sturgeon
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y la primera ministra británica, Theresa May. (Foto: AFP)

Que el Brexit es un dolor de muelas para la primera ministra británica, Theresa May, ya no lo duda nadie. Que su gestión se medirá en la historia según salga el acuerdo con la UE y salga de cohesionado su propio país del proceso, es evidente. Que nada de esto va por ahora bien, ha quedado claro. El Parlamento autónomo escocés ha dado un paso histórico al rechazar la Ley de Retirada de la Unión Europea, ante el estupor de May y la soledad de su Partido Conservador.

La primera ministra ha lamentado públicamente que Holyrood —la Cámara escocesa— no haya aceptado dar su apoyo a la aprobación del texto legal, ya que considera que es una propuesta «sensata» para garantizar la salida ordenada del país del bloque comunitario.

May ha reconocido en la Cámara de los Comunes la «decepción» del Gobierno central por la votación celebrada en el Holyrood, donde los conservadores se quedaron solos en su respaldo a la ‘hoja de ruta’ fijada desde Londres. El resto de formaciones, con el Partido Nacionalista Escocés (SNP) de la ministra principal, Nicola Sturgeon, a la cabeza y los laboristas de la mano, consideran que la propuesta resta competencias al Parlamento de Escocia.

La primera ministra ha utilizado, además, argumentos que han sorprendido a los analistas, ya que ha tratado al Reino Unido no como un país, sino como una comunidad económica: «Lo que hace esta ley es establecer un mecanismo que respete la devolución [de competencias] y nos permite mantener la integridad de nuestro propio mercado común mientras elaboramos soluciones a largo plazo», ha defendido la ‘premier’ británica durante una sesión de control.

En este sentido, ha considerado «razonable» y «sensato» el texto que se encuentra sobre la mesa, que sí ha sido apoyado en cambio por el Parlamento galés. May ha recordado que en esta cámara los laboristas y los liberaldemócratas sí votaron a favor, según la radiotelevisión pública BBC.

El rechazo escocés no tiene consecuencias efectivas y no sirve en modo alguno para frenar el Brexit, pero sienta un precedente histórico porque sería la primera ley aprobada por el Parlamento británico en contra de la voluntad formal del Parlamento escocés.

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