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Los pasos que debes saber para para vallar una parcela

vallar una parcela
Todos los pasos para saber cómo vallar una parcela

Si tienes un terreno y quieres proteger todo lo que hay dentro de él, vallarlo es una solución que debería ayudar. Claro que, para quedar conforme con el aspecto y la seguridad de este espacio, primero tendrás que aprender cuáles son los pasos para vallar una parcela. Sólo de esa forma estarás satisfecho con el trabajo realizado.

En el caso de que te preguntes para qué serviría vallar tu terreno, la respuesta es que, por pequeño que sea, siempre es mejor evitar qué personas ajenas al mismo puedan ingresar y tener acceso a aquellos objetos de tu propiedad.

Pasos para vallar una parcela correctamente

Vallar una parcela es un trabajo algo laborioso si tenemos en cuenta que para ello se han de utilizar postes que suelen ser de una altura considerable aunque no es algo imposible, de modo que vamos a explicarte a continuación, como hacerlo paso a paso.

Estos son los materiales y herramientas que se necesitan para vallar una parcela

  • Postes de madera
  • Pala
  • Martillo
  • Grapa
  • Cemento u hormigón
  • Malla o tela metálica

Pasos

  1. Lo primero que debes hacer antes de vallar tu parcela es elegir los postes para ello.
  2. Una vez tienes el tipo de poste elegido deberás saber cuantos postes son necesarios.
  3. Cuando tengas todos los postes, tienes que hacer agujeros para clavarlos.
  4. Ahora procede a clavar los postes, tú solo o con la ayuda de otra persona y cubre bien con tierra.
  5. Coloca el primer poste y el último.
  6. Una vez tengas todos los postes bien clavados, tan solo necesitarás colocar la malla metálica.

Respecto de los materiales necesarios, te van a hacer falta postes de madera, martillo, grapa, cemento u hormigón, y varios metros de mallas o telas metálicas, que son las que finalmente te permitirán cercar el perímetro del lugar.

Una vez que dispongas de todos estos elementos, elegidos en función del suelo, los metros de terreno y otros más, debes hacer agujeros para clavar los postes, de una profundidad de 40 o 50 centímetros para que queden firmes.

Antes de introducir los postes en el suelo, puede ser buena idea rellenar con cemento para que no se muevan. Sobre todo, si la zona tiende a ser ventosa y los palos van a estar expuestos a ráfagas de gran intensidad.

El primer poste tiene que ser útil como guía para que todos los demás respeten la altura y la cerca luzca uniforme. Clavados en su totalidad, es momento de desplegar la malla o tela metálica siguiendo las instrucciones del caso.

Los tensores son indispensables para que la malla o tela permanezca tirante entre los postes, así que debes usar martillo o una grapadora especial para sujetar toda la extensión del cobertor y evitar que acabe tirado en el suelo.

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