Cómo hacer que el kéfir crezca más rápido

El kéfir es el alimento de moda que ha llegado para quedarse. Podemos cocinar recetas con kéfir para nuestro día a día de desayuno, merienda o postre. Este hongo que guardaremos en la cocina nos dará muchas alegrías, mejorar la flora intestinal con kéfir o yogur es algo indispensable en los tiempos que corren. Nuestro sistema inmunológico y digestivo notarán la diferencia a medida que incorporemos esta maravilla en nuestro menú semanal. Si tienes el kéfir en casa y quieres que crezca más rápido, toma nota de estos pasos.

Pasos para hacer que el kéfir crezca más rápido

Antes de ponerte manos a la obra debes saber qué es kéfir, este alimento está vivo, son hongos que necesitan unas condiciones óptimas para multiplicarse. Protegerlos y alejarlos del estrés es importantísimo para conseguir que crezca rápido y esté siempre en perfectas condiciones para danos lo mejor.

• La temperatura debe ser siempre constante. No pongas el kéfir en lugares en los que les pueden afectar corrientes de aire, déjalo en un sitio en los que esté resguardado. Ni demasiado frío, ni calor, un punto medio es ideal para conseguir que este hongo se reproduzca.
• El Kéfir necesita alimentarse bien. Las leches de vaca, cabra, oveja o las bebidas vegetales contundentes, como la de coco, son sus alimentos. Si eres vegana debes tener en cuenta que el kéfir debe haber crecido un poco con leche de vaca antes de darle la de coco. Este punto es importante, sin un alimento adecuado el kéfir no crecerá.
• Tiene que mantenerse ‘en forma’. Los gránulos de kéfir tienen siempre un tamaño constante. Si ves que cogen volumen, sepáralos y deja que se multipliquen en porciones más pequeñas. Como cualquier se vivo existen unas medidas estándar para su óptima salud, si se alimenta demasiado puede ganar volumen, pero no estar sano.
• Dale de comer cada 24 horas. La alimentación del kéfir es importante. Dale su leche cada cierto tiempo, si no eres constante este hongo puede perder fuerza o no multiplicarse a la velocidad que desearíamos. Si no comen a su hora se estresan y pueden morir de hambre. Son muy sensibles a su hora de la comida.
• Mueve el kéfir y dale alegría. Con una cuchara no te olvides de remover el kéfir con la leche, dale un poco de vidilla para que esté más feliz y contento. De lo contrario puede no alimentarse bien, estando todo amontonado en un sitio y dejando espacios con más leche cerca. Imagina que son vacas y necesitan su pasto, la leche es ese pasto, deja que haya espacio entre ellos.

Con estos trucos tendrás un kéfir en perfectas condiciones que te ayudará a cuidar tu salud desde dentro. Pruébalo con miel con unas frutas frescas en el desayuno está increíble y es una buena forma de empezar el día.