Cómo calcular el EBITDA
Si estás al frente de un proyecto, hay ciertos términos con los que debes familiarizarte para no tener problemas luego. Uno de ellos es el EBITDA, una sigla que nos hemos acostumbrado a citar, incluso cuando muchas personas no tienen idea de qué implica porque es clave para cualquier negocio. Cómo calcular el EBITDA.
EBITDA significa Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization, pero para que sea más fácil de comprender podríamos traducirlo como el beneficio que tiene una empresa, obtenido antes de restarle los gastos financieros, una noción esencial para tu compañía.
Una buena forma de conocer cómo funciona es con el ejemplo de la boda, día en el que recibimos dinero, y otros regalos, lo que nos llevaría a pensar que podemos estar mucho tiempo sin trabajar. No obstante, entonces habrá que restarle a lo recibido todos los gastos, y el resultado será muy diferente. Es decir, el EBITDA será enorme, pero si empezamos poco a poco a restar todo lo hemos invertido, los ingresos serán escasos.
Cómo calcula el EBITDA y qué es el EBIT
Para entender mejor este asunto, primero tenemos que dedicarnos al acrónimo EBIT que como bien adivinarás refiere a Earning Before Interest and Taxes, el beneficio bruto o eso que obtenemos a partir de la explotación, previamente a restar los impuestos, los intereses, etc.
Si queremos saber cuál es el EBIT, debemos hacer Ventas – Costes – Gastos de operación, así que éste es el primer paso para calcular el EBITDA, restándole para finalizar un par de gastos, como gastos de depreciación y gastos de amortización, deduciendo de esa manera la ganancia final.
El número que quede representará la fuerza productiva, y tiene sentido saberlo porque, en determinadas circunstancias, como cuando una firma opera en distintos países con legislaciones diversas y es más sencillo poder calcular la relación entre los potenciales.
Éste es, por tanto, uno de los modos más objetivos a través de los que podemos saber qué tan importante es la capacidad productiva de una empresa, y poder comparar compañías que operan en situaciones desiguales, evitando que el entorno pueda interferir en el correcto análisis de cada una.
En resumen, lo más importante a considerar a la hora de valorar un EBITDA y si es positivo o no, es que no se han tenido en cuenta aún algunos indicadores, como las deudas, por lo que aunque tenga una gran fuerza productiva, si ha contraído deudas para llegar a esa posición, probablemente su situación financiera no sea tan solvente. Dejarse engañar por el EBITDA es uno de los peores errores que podemos cometer.
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