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Así debes cambiar el líquido de frenos: es más fácil de lo que parece

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Así debes cambiar el líquido de frenos: es más fácil de lo que parece

Los frenos son uno de los mecanismos de seguridad más importantes que tienen los coches. Asegurarnos de que funcionen perfectamente es clave para salir a la calle, y sobre todo a la carretera, bien tranquilos. Pensando en ello, deberías saber cómo cambiar el líquido de frenos tú mismo y así no depender de nadie más.

Hablamos de un procedimiento más simple de lo que podríamos pensar hasta la primera vez que lo hacemos. Si nos paramos unos minutos, vamos a poder renovar el líquido indispensable que permite que estos sistemas, basados en el accionamiento de pinzas sobre discos, efectivamente respondan en el momento de frenar.

Cómo cambiar el líquido de frenos

Antes de ponerte manos a la obra, tienes que saber que hay diferentes tipos de líquidos de freno que se clasifican en escalas DOT a partir de su punto de ebullición, la temperatura a la cual se sobrecalientan y se vuelven inútiles. Esto es importante porque si pasa el límite produce burbujas, y los frenos perderán su eficacia ante un accidente.

Hecha la aclaración, en general el propio fabricante del automóvil indica cuál es el líquido de frenos aconsejado para cada modelo, una recomendación que deberías encontrar en los documentos del vehículo o en Internet.

La buena noticia, si no tienes ninguna experiencia en este sentido, es que los coches informan sobre la cantidad disponible de líquido de frenos de una forma analógica, gracias al depósito visible bajo el capó del automóvil.

Lo ideal es que el nivel se mantenga entre el mínimo y el máximo señalado en el depósito. Siempre que las cantidades sean inferiores a las allí recomendadas, será momento de añadir un poco de líquido.

Frente a la evidencia de la falta de líquido, deja el capó del vehículo abierto para trabajar más cómodamente y ponte guantes para manipular esta sustancia, considerando que es altamente corrosiva y podría dañar tu piel.

Haz que el líquido de frenos caiga en el depósito lentamente hasta llegar al punto medio de lo señalado.

¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?

Si el nivel del líquido de frenos baja demasiado rápido, es probable que el depósito tenga una fuga imperceptible.

Por otro lado, no siempre un mal funcionamiento de los frenos se explica por la ausencia de líquido suficiente. Muchas veces, se debe a otros problemas relacionados con estos circuitos, tan complejos como esenciales.

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