Historia de la tapa en España

Las tapas han adquirido un papel fundamental en la cultura culinaria de España. Este plato pequeño, que comúnmente se presenta como un aperitivo o para complementar una bebida, posee un profundo significado en la vida social del país. La impresionante gama de estilos y sabores que ofrecen es un reflejo de la vasta diversidad cultural y regional que caracteriza a España. Cada zona cuenta con sus propias delicias y recetas singulares, adaptadas a las particularidades del entorno y a la forma de ser de su población.

La costumbre española del tapeo

Salir a disfrutar de tapas se ha convertido en una razón perfecta para reunirse. Este hábito está profundamente arraigado en la vida social de los españoles y también atrae a muchos turistas que visitan el país. La tradición de ir de tapeo sigue siendo muy popular.

Saborear una variedad de tapas junto a una bebida, recorriendo bares y restaurantes, no solo forma parte de la experiencia culinaria, sino que también es una oportunidad para disfrutar con amigos, pareja o familiares. Las tapas fomentan la convivencia y la conversación mientras se aprecian los diversos sabores que ofrecen.

La capacidad de experimentar con ingredientes autóctonos, métodos de cocina y mezclas de sabores que brindan las tapas es lo que les confiere una gran versatilidad y un carácter siempre innovador. Esta libertad que el chef tiene al elaborar tapas estimula su creatividad.

El tapeo no está sujeto a un horario específico ni a una cantidad determinada de tapas a degustar. Generalmente se inicia por la tarde, aunque en diversas regiones de España es común disfrutarlo a lo largo de todo el día, adaptándose a los horarios locales.

¿De dónde provienen las tapas en España?

Las historias sobre el origen de las tapas son tan variadas como las tapas en sí. Muchas de estas narrativas se relatan como curiosas anécdotas en las que, de manera fortuita y para satisfacer una necesidad momentánea, surgieron las primeras tapas.

Una teoría bastante extendida sobre el origen de la palabra «tapa» sugiere que proviene del siglo XIII en España. En aquel tiempo, tanto en el palacio real como en las tabernas, se utilizaban rodajas de jamón, pan o queso para cubrir las copas. Esto ayudaba a prevenir que el polvo y los insectos cayeran en las bebidas. Se cree que el inicio de las tapas se encuentra en las posadas y tabernas, donde los propietarios ofrecían pequeñas raciones de comida para mantener a los clientes contentos y, al mismo tiempo, controlar el consumo de alcohol.

Regiones de España y sus tapas

• En el corazón de España, específicamente en Madrid, la diversidad es una de sus características más notables. No obstante, entre las opciones más representativas de la gastronomía madrileña se encuentran los callos a la madrileña, las patatas bravas aderezadas con salsa picante y los populares bocadillos de calamares.
• En la región mediterránea, particularmente en Valencia, las tapas están fuertemente influenciadas por la cocina marina. Delicias como el pulpo a la gallega, los mejillones al vapor y los calamares a la romana son imprescindibles en las típicas rondas de tapeo. Además, en la actualidad, algunos arroces, como la famosa paella, también se ofrecen en porciones adaptadas al tamaño de las tapas.
• En la zona centro-norte de España, Castilla y León se caracteriza por ofrecer tapas más sustanciosas y de sabores más profundos. Entre las tapas más emblemáticas se encuentran la morcilla, el chorizo al vino y las sopas de ajo. Una tapa muy reconocida en Salamanca es el «hornazo», que consiste en una empanada rellena de carne, huevo y chorizo, y es bastante apreciada por los locales.
• En el sur de España, Andalucía es conocida como el lugar de origen de las tapas. Entre las variedades más representativas de esta región se encuentran las gambas a la plancha, los pescados fritos de pequeño tamaño y las croquetas elaboradas con jamón o pollo. En la ciudad de Cádiz, es habitual disfrutar de tortillitas de camarones, que son delgadas y crujientes tortas hechas a base de harina de garbanzo y pequeños camarones.

Consejos para ir de tapas

• Investiga un poco antes de salir. Pregunta a los locales o busca recomendaciones en línea para encontrar bares de tapas que ofrezcan buena calidad y variedad.
• No te limites a un solo tipo. España tiene una rica variedad de tapas que van desde las clásicas (como patatas bravas o tortilla española) hasta opciones más innovadoras. ¡Anímate a probar cosas nuevas!
• Las tapas están pensadas para compartir. Invita a tus amigos o familiares a pedir diferentes platos y así disfrutar de una variedad más amplia.
• La hora ideal para ir de tapas es entre las 8 y las 10 de la noche, aunque en algunas ciudades, como Madrid, es común empezar incluso más tarde. Los españoles suelen cenar tarde, así que adapta tus horarios.
• No dudes en preguntar al personal del bar sobre sus especialidades o qué tapas son las más populares. A menudo tienen sus propios platos estrella que no querrás perderte.
• Ir de tapas no solo es sobre la comida, sino también sobre la experiencia social. Tómate tu tiempo, charla con amigos y disfruta del ambiente vibrante de los bares.
• Aunque puede ser tentador pedir muchas tapas, es mejor empezar con unas pocas y luego pedir más si todavía tienes hambre. Así evitarás desperdiciar comida.

Lecturas recomendadas

Las tapas en España

Historia de la tapas