Hallazgo histórico: un agricultor desentierra un espectacular mosaico romano de hace 1.700 años
Un agricultor turco, mientras preparaba su terreno para la siembra, se topó con un tesoro oculto bajo tierra durante siglos: un mosaico romano de 84 metros cuadrados que data del siglo III d.C.. Este descubrimiento ha ocurrido en la provincia de Elazig, cerca del pequeño pueblo de Salkaya (a unos 500 kilómetros de Ankara) tal y como informa The Art Newspaper.
El mosaico, único en su tipo por sus escenas de caza y simbolismo, se ha mantenido en un estado de conservación excepcional. Este hallazgo, sin dudas, es de suma importancia para conocer más sobre el mundo romano.
¿Qué es lo que hace especial a este mosaico romano encontrado en Turquía?
Lo que lo distingue a este mosaico es su buen estado de conservación y su rica iconografía. A diferencia de otros mosaicos encontrados en Turquía, que suelen presentar patrones geométricos o escenas mitológicas, este ejemplo figurativo muestra una variedad de escenas de caza con animales exóticos que habitaron la región hace casi dos milenios.
Entre los más destacados se encuentra el leopardo de Anatolia, capturado en un momento de tensión mientras hunde sus colmillos en el cuello de un avestruz. Leones persiguiendo cabras montesas, osos acechando ciervos, y galgos rodeando a un jabalí, completan el cuadro.
El mosaico muestra animales salvajes y aves como faisanes y patos descansando entre árboles frutales y rosas florecidas, ofreciendo un contraste entre la ferocidad y la armonía de la naturaleza.
Según los arqueólogos, este contraste visual podría ser una representación del ciclo de la vida y la muerte, reflejando tanto el orden natural como el control humano sobre el entorno.
El arqueólogo principal de la excavación, Emre Çayir, señala que este mosaico «es el primero de su tipo que ha sobrevivido hasta nuestros días en su totalidad y en sus representaciones de animales, todos los cuales fueron encontrados aquí en el pasado».
¿Qué revela este mosaico romano sobre la vida en la frontera oriental de Turquía?
El mosaico, cuidadosamente organizado a lo largo de un eje norte-sur, fue diseñado para impresionar a quienes lo contemplaban. Los investigadores sugieren que decoraba el salón de recepción o el comedor de una residencia perteneciente a un alto funcionario romano, posiblemente un gobernador o un comandante militar.
Más allá de su función decorativa, también era un símbolo de estatus, una declaración de poder y riqueza en una región fronteriza entre el Imperio Romano y el Imperio Sasánida.
El asentamiento, ubicado a unos 500 kilómetros al este de Ankara, habría sido un enclave estratégico en la periferia del Imperio, marcado por constantes conflictos e intercambios culturales.
Los expertos creen que el mosaico no es sólo una expresión de poder individual, sino también un reflejo de la presencia romana en un lugar clave.
La preservación del mosaico fue gracias al colapso de un techo de madera que lo cubrió, protegiéndolo de la erosión y los elementos durante siglos. El futuro del mosaico aún está en discusión, y dependerá de los futuros hallazgos en el área, según afirman las autoridades.
La decisión de si se trasladará a un museo o se conservará in situ, estará determinada por la información adicional que se pueda obtener del sitio.