Un soltero de ‘First Dates’, víctima de una monumental cobra: «Un fallo de cálculos»
"No me ha parecido ni el lugar ni el momento"
First Dates, poco a poco y con el paso del tiempo, ha ido ganándose un hueco en los corazones de miles de personas en nuestro país. Cada vez son más las personas que no se pierden un solo programa en cuanto pero, a su vez, cada vez son más los solteros que se animan a visitar el restaurante más famoso de la televisión con el firme objetivo de intentar conocer a su media naranja. En la nueva entrega, que se emitió el pasado miércoles 27 de noviembre, los espectadores pudieron conocer a Laura, una sevillana de 34 años que trabajaba como abogada y que se definía de la siguiente manera: «Me considero una chica divertida, activa, alegre y muy vividora». Por si fuera poco, la comensal quiso ir mucho más allá: «La verdad es que, para mí, levantarme todas las mañanas y decir que nos vamos al bufete o a los juicios me llena de alegría», reconoció.
A pesar de que no ha tenido mucha suerte en el amor, reconoce que no pierde la esperanza en encontrar, algún día, a su otra mitad. Su cita para esa noche era Jorge, un ingeniero sevillano cuyo objetivo no era oro que encontrar a una mujer andaluza con la que «navegar por Sevilla». Las primeras impresiones fueron bastante buenas. «Me gusta. Es una mujer con una altura media, parecida a la mía», aseguró el comensal ante las cámaras del equipo de First Dates. Ella también quiso dar su punto de vista sobre su cita para esa noche: «Tiene estilo porque iba con su americana. Iba elegante para una cena bonita, que es lo que se supone que venís a buscar». Y añadió: «Teniendo en cuenta, en la base en la que busco, me ha parecido bien. Correcto». Tras intercambiar unas primeras palabras, Laura Boado les acompañó hasta la mesa que tenían reservada para disfrutar de la velada.
Los dos solteros se vieron sorprendidos al descubrir que tienen varios gustos parecidos y diversas aficiones en común. Tanto es así que la cita iba avanzando a pasos agigantados. A pesar de que la comensal estaba muy contenta, no estaba convencida de que fuera perfecto para ella: «Él ha sido muy caballeroso. Se ve que es una persona muy elegante. Entonces, creo que hemos tenido buena energía y mucha química. ¿Tanto para saber al 100% que le intereso?».
Tirando de sinceridad, fue mucho más allá: «Me parecería una declaración soberbia y prepotente de mi persona la cual no se refleja con mi personalidad». Poco después, tras la ausencia de Laura para llamar a sus amigas y contarles cómo está yendo la cita, los dos solteros se dirigieron al reservado del restaurante donde podían disfrutar de una mayor intimidad.
Fue entonces cuando Jorge no dudó un solo segundo en lanzarse para besar a Laura en los labios pero, para sorpresa de él, la soltera giró su cara. A pesar de todo, el sevillano se negó en rotundo a darse por vencido por lo que volvió a intentarlo. En esta ocasión, se llevó una de las cobras más sonadas de la historia del programa.
«Quizás me he lanzado demasiado rápido a la piscina», alcanzó a decir el soltero. Ante las cámaras del equipo, la soltera se sinceró sobre lo que había sentido en esos momentos: «Ha querido ir más allá y a mí no me ha parecido ni el lugar ni el momento. Pienso, sinceramente, que ha sido un fallo de cálculos por su parte». A pesar de este contratiempo, en la decisión final, los dos estuvieron de acuerdo con tener una segunda cita fuera del programa.
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