‘El secreto de Puente Viejo’: Descubrimos su gran secreto, en un final a la altura

‘El secreto de Puente Viejo’ es una de las series diarias más longevas de la historia de la televisión. Su emisión comenzó allá por 2011 y, tras 12 temporadas, ha llegado a su fin. Muchos éramos los que esperábamos con ganas ese último capítulo para cerrar una serie que, pase lo que pase, ha marcado un antes y un después para muchos. Si no lo has visto aún, ten cuidado porque podrás encontrar SPOILERS.

Este episodio final de ‘El secreto de Puente Viejo’ comienza con la explosión de la fábrica de Ignacio Solozábal en la casi muere Pablo. Y decimos “casi” porque a pesar de ser uno de los grandes afectados, logra salir con vida. La culpable de esta situación fue el cura, don Filiberto, bajo las órdenes de Francisca.

Muchos le vieron rondar horas antes la fábrica, por lo que tenían claro que todo había sido culpa suya. Por otro lado, Tomás confirma sus sospechas de que Jean Pierre fue quien mató a Maqueda. Éste, después de saber que le habían tendido una trampa, decide ir a por Tomás. Además, antes de asesinarle, le asegura que posteriormente también acabará con Isabel de los Visos, su madre. Afortunadamente todo queda en un susto, ya que el resto de familiares de Tomás llegan justo a tiempo.

Por si fuera poco, Rosa denuncia de manera anónima a su marido, Adolfo, de haber matado a Ramón. Sabe perfectamente que esto no es así, ya que quien lo hizo fue su madre Begoña. Recordemos que Ramón maltrataba a Marta y, en un arrebato, la madre acabó con la vida de él. Ésta se da cuenta de lo que ha hecho Rosa, por lo que Ignacio decide hablar con Marta para lograr que Adolfo se entere de lo que está ocurriendo.

¡Pero hay más! Ya que Rosa no solamente confiesa a su madre lo que ha hecho, sino que también le dice que jamás ha estado embarazada y que fingió estarlo con tal de retener a su marido. No soporta que su hermana Marta esté cerca de él, a pesar de que es consciente de que están enamorados el uno del otro.

Después de todo en ‘El secreto de Puente Viejo’, Adolfo decide huir. Cuando se despide de la familia, Marta le dice que se irá con él. En ese momento, cuando Rosa está a punto de irse a Austria a sanar su desquicio, entra en escena para decir algo que deja helados a todos: “Por encima de mi cadáver”. En vez de cargar contra Adolfo y Marta, lo hace con su hermana Carolina. Amenaza con matarla si ellos se van juntos. Finalmente, entra en razón.

Emilia, por su parte, decide regresar al pueblo por una razón de lo más concreta: Tiene una enfermedad que no tiene cura y, además, le queda muy poco tiempo de vida. Prefiere morir en su pueblo y mantenerse alejada de los suyos para que no sufran. Nadie lo sabía, hasta que se lo comentó a Marcela y, por ende, ésta se lo cuenta a Matías a pesar de la petición de Emilia. ¡Se nos ha roto el corazón!

Francisca no está a gusto. El cura llegó pidiéndole ayuda después de que el pueblo se le echara encima con las sospechas. Ella se desvincula pero, por si fuera poco, pide a Lázaro no solamente que queme la iglesia sino que acabe con don Filiberto. Quiere que parezca que ha sido todo un plan de los exaltados tras la explosión en la fábrica de hojalata.

Desafortunadamente para el secuaz de Francisca, todo su plan se va al garete ya que Ignacio acude al lugar donde estaba teniendo lugar el intento de asesinato. Después de este suceso, Lázaro va a ver a la mujer más conocida de ‘El secreto de Puente Viejo’ para contarle las novedades y ésta le pide, una vez más, que acabe con la vida del sacerdote: “Hazlo antes de que acabe el día”.

Rosa no es la única que se va a Austria, ya que las maletas también se han hecho para Begoña sin que ella lo sepa. Carolina, después de las desafortunadas situaciones que ha vivido, no guarda rencor a su madre: “Estas semanas que ha estado usted aquí han sido muy importantes para nosotros. Pese a todo, ha sido la madre que siempre quisimos y la echaremos mucho de menos”. Por si fuera poco, Adolfo y Marta finalmente se marchan. Ignacio le hace una petición a él: “Cuídala mucho”, a lo que el hijo de Isabel responde: “Más que a mi propia vida. Tiene mi palabra”.

Cristina Pedroche y Roberto Brasero, un cameo que no ha desentonado

No era ningún secreto que estos dos rostros conocidos de Antena 3 iban a formar parte del final más esperado de ‘El secreto de Puente Viejo’, uniendo el ya pasado de la cadena con el futuro. Ahora bien, ¿cómo iba a ser? Era un misterio… Hasta ahora.

Los dos aparecían como meros visitantes del pueblo cuando, de manera fortuita, se encuentran con Onésimo. Hablan de las calles y, además, del tiempo. Roberto asegura lo siguiente: “Agua de mayo, no cala el sayo”, con guiño a su profesión. Cristina no iba a quedarse atrás ya que, con ganas de seguir descubriendo Puente Viejo, le dice a su compañero: “Venga, ¡que nos dan las uvas!”.

‘El secreto de Puente Viejo’: Un final impactante

Lázaro vuelve a intentar asesinar a don Filiberto y, una vez más, no lo consigue. A pesar de que prestan su ayuda al cura, él recuerda todo el mal que le ha hecho Francisca. Sobre todo, recuerda algo en concreto, una frase: “Tengo explosivos para saltar por los aires todo el pueblo”. Es entonces cuando don Filiberto decide regresar a su iglesia para meterse en el confesionario.

En un primer instante, parece que quiere acabar con su vida. Sobre todo tras esta frase, en una conversación con Dios: “Sé que esto no es digno de un sacerdote, pero espero que logre perdonarme”. Lo que no imaginábamos es que don Filiberto había decidido saltar por los aires todo Puente Viejo. Pocos segundos después, descubrimos qué ocurrió varios años después tras la muerte de Raimundo, Francisca y el resto de habitantes de ‘El secreto de Puente Viejo’.

Ella recuerda aquel dicho que asegura que, cuando falleces, tu vida pasa por delante de tus ojos. Y así ha sido, puesto que hemos podido apreciar gran parte del recorrido de la serie a modo de recuerdo, pero también de homenaje a todos estos actores que han formado parte la historia. Sin duda, todo un gran detalle que nos ha encantado.

“Nosotros y nuestro amor eterno somos el verdadero secreto de Puente Viejo”

Unas palabras, en voz en off, de Francisca que nos han emocionado. Pero va muchísimo más allá. Con imágenes del pueblo en ruinas, añadió algo más: “Esa leyenda dice que todavía seguimos viviendo aquí, donde un día fuimos tan felices”. Nos presenta una historia que sigue viva en Puente Viejo, a pesar de que las ruinas estén más que presentes años después de aquel atentado. Otro detalle a tener en cuenta es que la serie termina como empezó, con Francisca siendo feliz con su Raimundo en el pueblo más conocido de la televisión. Un final merecido, bien cerrado y muy pero que muy emotivo. Hasta siempre, Puente Viejo.