Rocío Carrasco desvela las consecuencias familiares que tuvo el testamento de Rocío Jurado

Tras la esperada entrevista de Rocío Carrasco el pasado miércoles tras 20 años de silencio, el documental sobre su vida retomaba sus capítulos con normalidad. Este miércoles comenzaba con uno de momentos más duros de su vida: el testamento de su Rocío Jurado y las consecuencias que tuvo en toda su familia.

Aunque la protagonista ha dedicado pocos minutos a hablar del tema, sí que se mostraba muy dolida ante lo que explicaba que era un antes y un después en la familia. En el último capítulo emitido, terminó recordando las palabras de Rocío Flores preguntando por los pisos de Miami de su abuela, que acababa de fallecer.

Ese fue el momento en el que Carrasco comprendió que la relación con su propia hija estaba siendo intoxicada por Antonio David Flores, ya que no era nada normal que una niña pequeña se interesase por esos temas. Pero no fue el único problema que provocó la herencia.

El 25 de junio de 2006 la albacea citó a todos los implicados en casa de la cantante de la cantante tras su muerte. Gloria Mohedano y su marido, Amador Mohedano con Rosa Benito, y José Ortega Cano acudieron a la cita, al igual que Rocío.

La hija de la artista criticó la presencia de Rosa Benito en el acto, ya que no era parte de la familia. Al igual que el marido de su tía. «A Gloria le deja una finca, a Amador otra y a mí me deja como heredera universal», explicaba ante las cámaras.

Preguntada por si tenía alguna idea de lo que podría heredar, Rocío Carrasco dejó claro que: «Ni lo sabía ni lo quería saber». Esta herencia supone que todo el legado artístico de la cantante está en poder de su hija, lo que incluye derechos por sus canciones y sus discos, además del dinero y las propiedades que pudiera dejarle.

 

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«Con mi familia pasa que a partir de ese día termina explotando. Termina cada uno por un sitio. Bueno, algunos muchos juntos, y otros por nuestro camino», decía. Esa es la gran decepción que la protagonista de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ se llevó tras el reparo.

Según sus palabras, se quedó aislada de toda su familia, tíos y de José Ortega Cano, ya que todos decidieron unirse a la persona que «más daño había» hecho a Rocío Jurado y a ella misma durante los últimos años.

Otro detalle a tener en cuenta, es que Rocío Jurado realizó un acto de últimas voluntades antes de su fallecimiento para no dejar nada en herencia a sus nietos Rocío y David, sus nietos. Este acto, es más que probable que se realizase para evitar que Antonio David Flores pudiese manejar cualquier tipo de bien de la cantante.

Preguntada por su hija, Rocío Carrasco se mostró más dura de lo que se ha podido ver hasta ahora durante el documental: «Ella, por no tener de su abuela, no tiene ni a la que parió su abuela», sentenciaba.