‘First Dates’: una comensal sorprende con esta inesperada definición

‘First Dates’ se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los programas que más éxito continúa cosechando, noche tras noche, en nuestro país. Cada vez son más las personas que pasan por el restaurante más famoso de la televisión para poder encontrar, finalmente, a su media naranja. ¡Y muchos de ellos lo logran!

Recientemente, pudimos conocer a Ana, una comensal que llegó pisando fuerte a ‘First Dates’: “Me defino como un ser del universo que ha venido a encarnar este cuerpo para aprender y lo que sea”. Una presentación que, como era de esperar, no dejó indiferente a nadie. La joven, a su vez, reconoció que llegaba al programa en busca de una relación abierta.

Por si fuera poco, la música quiso añadir algo más: “Para mí es muy importante que haya un equilibrio con todos los seres, no solo con los humanos”. De esta manera, cree que “el respeto es integral, tanto a los árboles, como a los animales, a uno mismo o cualquier forma de existencia. Por eso siento que lo chamánico está en mí”.

– «¿Tendrías una pareja abierta?» 🤔
– «Sí. De hecho estoy en una» 😲

Cinco nuevas parejas ya han confirmado su reserva en #FirstDates3F. ¡Nos vemos en una hora! ❤ pic.twitter.com/LwzcFCwzSy

— First Dates (@firstdates_tv) February 3, 2022

En el restaurante le esperaba nada más y nada menos que Manuel que generó una buena impresión a la catalana. “Me ha gustado, estoy más acostumbrada a chicas pero, al verle, físicamente está muy bien”. El bilbaíno, por su parte, también comentó a las cámaras del programa lo que le había parecido su cita.

“Mi primera impresión de Ana fue de que era una persona alternativa y bohemia, procedente del mundo del arte”, expresó. Poco después, se dieron cuenta de que tenían diversas cosas en común. En la velada, la catalana hizo la siguiente pregunta: “¿Tendrías una relación abierta?”. Él se mostró muy sincero: “Sí, y de hecho la tengo”. Algo que hizo sonreír a la joven: “¡Yo también!”.

Un punto en común que sirvió para que los dos continuaran disfrutando de la cita, con mucha más confianza entre los dos. Cuando llegó la decisión final y nada más verse, los dos comensales no dudaron un solo segundo en darse un gran abrazo. Es entonces cuando coincidieron en tener una segunda cita porque, como admitió el propio Manuel, “nos hemos quedado a medias en un montón de conversaciones”.