Cristiano Ronaldo: El duro pasado de Dolores Aveiro, su madre
La madre del futbolista no lo ha tenido fácil desde su infancia
Cristiano Ronaldo y su familia viven momentos duros tras conocerse que Dolores Aveiro sufría un ictus. A sus 65 años, la madre del astro portugués vive problemas de salud rodeada de sus hijos. La matriarca no ha tenido una vida fácil, siendo la salud su punto más débil. Ahora disfrutaba de una nueva pareja y del triunfo profesional de su hijo.
Durante el año 2019 Dolores anunció que volvía a sufría de nuevo cáncer de mama, una dolencia que ya superó cuando en 2007. Ahora, un ictus complica su vida y su recuperación, un momento en el que más que nunca necesitará la ayuda de sus hijos.
Su mala suerte comenzaría desde bien pequeña, cuando nació en uno de los barrios más humildes de Madeira. Con tan solo cinco año perdió a su madre por culpa de un ataque al corazón, quedando Dolores y sus cuatro hermanos al cuidado de su padre. José Viveiro, viéndose incapaz de cuidar de ellos, decidió ingresar a cuatro de ellos en un hospicio, incluida la madre de Cristiano.
Para su desgracia, las monjas del centro vieron en ella un comportamiento demasiado rebelde, algo que ella justificaba diciendo que luchaba porque sus hermanos estuvieran bien cuidados. La consecuencia fue la vuelta a su casa con su padre y con su nueva pareja, algo que se convertiría en un auténtico infierno.
Tuvo que escapar de su padre
A la falta de dinero se sumarían los malos tratos. Entre otra humillaciones, el abuelo del futbolista quiso ingresar a su hija en un centro para niños discapacitados intelectuales para evitar tener que mantenerla. Al no conseguirlo, la obligó a trabajar tejiendo cestos de mimbre, teniendo que abandonar los estudios para llevar dinero a casa.
La salida a esa complicada vida la encontró en su primer marido, José Dinis Aveiro. Con tan solo 18 años encontraría la felicidad, pero solo por un tiempo, ya que él tuvo que acudir a la llamada del ejército. La marcha de José a Mozambique supuso un punto de inflexión, ya que a su vuelta no volvió a trabajar, volviendo a la pobreza.
Con tres hijos que alimentar, Dolores Averio tuvo que marchar a Francia para trabajar y hasta tuvo que vivir en una casa okupa. Sin esperarlo, con 30 años volvería a quedarse embarazada. Su primer pensamiento fue abortar, pero por suerte en 1985 nacería el pequeño Cristiano Ronaldo, al que llamó así por Ronald Reagan.
Desde aquel entonces, la madre de Cristiano Ronaldo trabajó duro como cocinera en un hotel de Funchal, en Maderia, para sacar adelante a sus cuatro hijos. Aunque no pasaban calamidades, el dinero no sobraba en su casa. El padre del futbolista fallecería en el año 2005 víctima de su adicción a la bebida.
Con una vida bastante más acomodada, gracias al triunfo como futbolista de de su hijo, Aveiro pudo conocer el amor verdadero tras la muerte de su primer marido. José Andrade había sido Guardia Nacional en Portugal, pero los problemas de salud le obligaron a cambiar de trabajo, llegando a ser el jardinero de la familia de Cristiano en su flamante casa.
Solo unos meses después de enviudar, Dolores Aveiro comenzaba una relación sentimental que llega hasta la actualidad. Su madre siempre ha sido un gran pilar para el futbolista, trasladando su vida hasta Inglaterra, España o actualmente Italia, para estar junto a él y toda su familia.