Polémica

Moncloa no sabe por qué Pedro Sánchez dice que el Rey está dispuesto a renunciar a su inviolabilidad

Pedro Sánchez aseguró en una entrevista aseguró estar "convencido" de que el monarca estaría de acuerdo en suprimir la inviolabilidad

"Creo que no habría ningún problema, al contrario", aseguró Pedro Sánchez, en una entrevista con motivo del 40 aniversario de la Constitución

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez saluda a los Reyes de España.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La Moncloa desconoce por qué el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirma que el Rey estaría de acuerdo en renunciar a la inviolabilidad que le reconoce la Constitución.

Sánchez se expresó en estos términos en una entrevista concedida a un grupo de televisiones justo cuando se celebra el 40 aniversario de la Carta Magna, en la que, preguntado por si sacaría la inviolabilidad del monarca de la ley fundamental, aseguró estar «convencido» de que  «hasta el Jefe del Estado también». Al ser repreguntado sobre este extremo, confirmó que, «sin duda alguna», Felipe VI estaría también de acuerdo.

Sánchez añadió que para eliminar la inviolabilidad sería preciso una «reforma» al margen de los aforamientos y «con otras mayorías» -se requiere de una mayoría reforzada de dos tercios en ambas Cámaras- pero, insistió: «Estoy convencido de que el Jefe del Estado, y yo desde lo que represento como presidente del Gobierno, creo que no habría ningún problema, al contrario».

Apenas unas horas después, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, rectificó esas palabras y afirmó que en el partido no existe ninguna «propuesta de revisión» en ese sentido. Ábalos encuadró lo dicho a «opiniones del propio presidente».

Sin embargo, más allá de que exista o no alguna iniciativa en este sentido, lo llamativo es que Sánchez se arrogue como ‘portavoz’ del propio jefe del Estado. Una circunstancia inédita.

El presidente no explicó en la entrevista-tampoco se le preguntó – de dónde procedía su percepción de que el Rey estaría de acuerdo en renunciar a la inviolabilidad. Un asunto sobre el que el monarca nunca se ha pronunciado. De hecho, se trata de un derecho recogido expresamente en el artículo 56.3 de la Constitución, incluido en el Título II, parte blindada de la Carta Magna. De tratarse de una confidencia de Felipe VI a Pedro Sánchez en alguno de sus encuentros privados, sería además una vulneración del secreto y la discreción que exigen las relaciones con la Casa Real.

La Moncloa ha reaccionado este martes a las «distintas interpretaciones» sobre las declaraciones de Sánchez, descartando también que exista alguna propuesta de reformar la Constitución.

«Hay una reflexión al respecto y el convencimiento de que el Rey también estaría de acuerdo. Pero queda claro que el sistema agravado de esa reforma la impide en estos momentos», insistieron en fuentes gubernamentales.

Sin embargo, a pregunta de OKDIARIO sobre por qué Sánchez cree que Felipe VI estaría de acuerdo, La Moncloa ha admitido desconocer en qué se basa. «No tenemos información de por qué el presidente considera que «no habría ningún problema» por parte del Rey», se ha reconocido en fuentes gubernamentales.

La Zarzuela no se pronuncia sobre declaraciones

Las declaraciones de Sánchez, exista o no propósito de suprimir la inviolabilidad, implican directamente a la Casa Real. Preguntados por este periódico, desde Zarzuela -y como es habitual en estos casos- han rechazado hacer valoraciones. El monarca nunca se ha pronunciado públicamente ante las propuestas de reforma de la Constitución de los diferentes partidos.

Las palabras del presidente del Gobierno, no obstante, no tienen recorrido alguno. Para acometer la reforma se precisa de una mayoría reforzada de dos tercios de Congreso y Senado. El trámite seguiría con la disolución automática de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales. Las nuevas Cámaras tendrían que tramitar la iniciativa y la votación debería ser de nuevo aprobada por dos tercios de Congreso y Senado. Finalmente, la reforma tendría que ser sometida a referéndum.

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