Nunca preguntes qué lleva este plato: es un manjar de los dioses, pero tiene un ingrediente asqueroso

La gastronomía española está repleta de manjares que consiguen conquistarnos por su aspecto. Sin embargo, hay un plato muy tradicional al que le ocurre justo lo contrario.
Hay un plato muy típico de Murcia, que todos los que lo prueban disfrutan de su sabor y tiene una presentación magnífica. ¿Entonces qué es lo que provoca que muchos se nieguen a repetir?
La explicación es que uno de sus ingredientes principales puede resultar impactante para los paladares más exquisitos. Sin embargo, es uno de los más tradicionales de nuestra cocina.
Los embutidos nos han demostrado que en España aprovechamos todo del cerdo, pero en Murcia lo han llevado al extremo con este plato. ¿Te imaginas de cuál hablamos?
El plato murciano con un ingrediente no apto para aprensivos
Murcia tiene una gastronomía fantástica, pero un plato que jamás debes dejar de probar es la sangre frita, también conocida como sangre encebollada.
De hecho, se trata de una receta tradicional que también puedes disfrutar en tierras andaluzas.
La sangre frita es exactamente lo que promete: sangre cocida de cerdo, troceada y frita con una combinación de ingredientes que elevan su sabor a otro nivel.
La receta más popular incluye cebolla en abundancia, ajo, tomate natural triturado, hojas de laurel, aceite de oliva, sal, una pizca de azúcar y un buen chorro de vino blanco.
Todo esto se cocina a fuego lento hasta que los sabores se integran por completo, lo que da lugar a un plato con una textura tierna, jugosa y repleta de matices.
El problema es que el nombre puede generar rechazo a quienes no están familiarizados con la gastronomía más tradicional, pero lo cierto es que la sangre frita tiene siglos de historia en la cocina popular española.
Por ejemplo, en épocas donde el aprovechamiento del animal era una norma y no una opción, este plato representaba una forma de no desperdiciar ninguna parte del cerdo.
¿Por qué debes dar una oportunidad a la sangre frita?
Ahora, ya no sólo se come por subsistencia, sino que es un manjar reservado para los paladares más experimentados. España es mucho más que paella y jamón ibérico. Es decir, si eres un amante de nuestra gastronomía, debes dar una oportunidad a platos como este.
En todo caso, hay que reconocer que la sangre frita es uno de esos platos que despiertan pasiones encontradas, pero quienes se atreven a probarlo suelen repetir.
Se puede probar de muchas maneras, pero nuestra recomendación es que lo comas caliente, acompañado de un pan bien crujiente y con una copa de vino blanco seco. De esta manera, lograrás una experiencia gourmet con un guiso muy sencillo.
Si tienes un amigo o familiar más reticente con la comida peculiar nuestra recomendación es clara: dale a probar la sangre frita sin saber cuál es el ingrediente clave.
Una vez lo pruebe y disfrute de la intensidad del sabor, le importará menos haber comido sangre de cerdo y querrá volver a comerlo. Por ello, es una tapa que no puedes perderte si visitas un bar murciano.