Gastronomía

El ex chef de La Moncloa saca a la luz el mayor secreto de Felipe González: «No estaba acostumbrado…»

Felipe González
Felipe González.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante su etapa como presidente del Gobierno, Felipe González no sólo dejó huella en la política española, sino también en la mesa de La Moncloa. Julio González, ex chef de la residencia presidencial y autor del libro «La cocina de La Moncloa», recuerda aquellos años en los que tuvo la oportunidad de cocinar para el ex presidente y su familia, compartiendo anécdotas que muchos desconocen. Según González, Felipe González no estaba acostumbrado a que le sirvieran ni a comer de manera exquisita, sino que disfrutaba de la cocina tradicional. «No les interesaban los platos sofisticados ni las presentaciones complicadas», afirma.

Durante su estancia en La Moncloa, González preparó una gran variedad de platos como el rabo de toro tradicional, la lubina a la sal y el gazpacho andaluz. Pero, sin lugar a dudas, uno de los platos que más recuerda es el marmitako de bonito, un guiso de origen vasco que se elabora bonito fresco con patatas, pimientos y cebolla: «entre sus platos favoritos, yo destacaría el marmitako de bonito», señala el chef.

Marmitako de bonito, el plato preferido de Felipe González

@charlito_cooksMarmitako, guiso de temporada riquísimo. 📋Ingredientes (5 raciones): – 1kg de bonito fresco – 1kg de patata – 1 cebolla – 1 pimiento – 3-4 dientes de ajo – 150g de tomate natural rallado – 2 cucharadas de pulpa de pimiento choricero – 1/2 vaso de vino blanco – 1l de caldo de pescado – Sal y pimienta al gusto – Aceite de oliva – Opcional: guindilla y perejil 1️⃣ Corta el bonito en tacos, preferiblemente no muy gruesos. 2️⃣ Rehoga las verduras con un chorrito de aceite de oliva, simplemente queremos que se ablanden. Pon el punto de sal para que suden un poco. Cuando la verdura esté ya blandita añade el tomate natural, deja que reduzca un poco y añade también la pulpa de pimiento choricero, opcionalmente puedes poner un poco de guindilla. 3️⃣ Añade las patatas chascadas, rehoga un poco para que se empapen del sofrito y pon el vino blanco, deja que evapore un poco y cubre con el caldo, cocina 20-25 minutos a fuego suave o hasta que la patata esté ya en su punto. 4️⃣ En el último momento añade el bonito con el fuego ya apagado y deja que se cocine con el calor residual, pon también un buen puñado de perejil fresco.♬ sonido original – Charlito Cooks

«El marmitako es un guiso tradicional vasco. Consumido, desde hace muchas generaciones, por los pescadores de esta región. Es un plato muy socorrido y, en alta mar, cuando las provisiones escaseaban, había que echar mano de lo que se podía. Además, al ser un plato caliente y consistente, es muy reconstituyente, en especial cuando hace frío. No olvides tener pan en casa para acompañar este maravilloso plato. Si no encuentras bonito del Norte o prefieres otro pescado, puedes cambiarlo por atún, salmón, mero, merluza o, incluso, bacalao», destaca Consum.

Además del marmitako, González recuerda otros platos que tenían un lugar destacado en el menú de La Moncloa. El rabo de toro, por ejemplo, era uno de los favoritos durante los meses de otoño e invierno. La lubina a la sal, por otro lado, se servía en ocasiones especiales. El gazpacho andaluz, sin embargo, era un plato más cotidiano, que acompañaba las comidas veraniegas. Según González, la clave del gazpacho gazpacho estaba en «encontrar el punto justo para que cada sabor se sienta sin opacar a los demás».

En cuanto a la familia de Felipe González, el chef guarda también un recuerdo muy especial de Doña Carmen Romero, su esposa. «Era una mujer de carácter tranquilo y muy simpática. Nunca pedía nada especial y daba muy poca guerra para comer», comenta González.

El chef también destaca que, aunque Felipe González y su familia valoraban la calidad de los productos y el cariño con el que se preparaban los platos, y el marmitako de bonito se convirtió en un símbolo de esta filosofía.

El libro «La cocina de La Moncloa» se presenta, por tanto, no solo como un recetario, sino también como un testimonio de cómo se vivía la gastronomía en la residencia presidencial durante los años de Felipe González. Para aquellos interesados en la gastronomía, el libro ofrece también la posibilidad de recrear en casa algunos de los platos que triunfaban en La Moncloa.

En conclusión, la experiencia de Julio González como chef en La Moncloa ofrece una visión única de la vida y los hábitos del ex presidente Felipe González. «Felipe González era un gran aficionado a los fogones, no estaba acostumbrado a que le sirvieran, ni a comer de forma exquisita. Prefería los guisos tradicionales y las comidas muy sencillas. Además, le gustaba cocinar él mismo el pescado a la sal, cuando le mandaban un pescado de su tierra». La técnica del pescado a la sal se suele aplicar a pescados de tamaño medio, gracias a la cual mantienen intacto su sabor y su textura, y conservan sus nutrientes.

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