Cuatro sangucherías imprescindibles para rendirse a la cocina peruana callejera
Han pasado años y años, pero Perú y su amplísima y rica gastronomía siguen de plena tendencia. Una de las caras más emergentes de su inabarcable patrimonio gastronómico es el de la cocina callejera, popularísima en un país que vive con mayor intensidad sus espacios urbanos para menear el bigote. Ceviches, empanadas, churros… son un universo culinario rico y luminoso.
Un bocado que en los últimos años se ha popularizado son los sánguches o sanguches, bocadillo y sándwiches ligados a la tradición gastro del país andino. La propia adaptación del término inglés encierra una declaración de intenciones y de cultura popular. Vamos a hacer una breve recopilación de los que más nos gusta. Comida callejera de nivel.
Apura (Madrid)
Mario Céspedes es un peruano que se enamoró de la cocina peruana gracias al buen hacer de su madre en los fogones y a su profundo conocimiento de la cocina callejera de Lima, ciudad en la que creció y que inspira, en gran medida, su estilo.
Con los diferentes locales de Ronda 14 que tiene en Madrid (aunque el local fundador está de Avilés, ciudad en la que estuvo muchos años residiendo) saca lo mejor de la cocina Nikkei. En Cilindro, enamora al comensal de los sabores puros de la comida criolla peruana. Apura fue su más joven “hijo”, un local con el que quería dar a conocer los sánguches más ricos, con todo el sabor de su país, además de deliciosas hamburguesas.
Ahora que llega el buen tiempo, estrena terraza de verano y da la bienvenida a platos más frescos. La Ahumada es la última incorporación de la carta, una hamburguesa con pan brioche, dos filetes de carne de vaca vieja, queso, beicon frito, lechuga y salsa ahumada. Por supuesto, no faltan piqueos y piqueos para abrir el apetito y clásicos de su carta, como el bocadillo de chicharrón de cerdo o el de entraña.
Warike Project (Barcelona)
Situado en el barrio de Poblenou (Barcelona), es uno de los proyectos de cocina periana alternativa más interesantes del momento. Tienen take away y delivery y una carta de las que hacen salivar al comensal más templado.
Pollo al cilindro, panceta a la caja china (una suerte de barbacoa del país andino), ceviches, causas y, por supuesto, sándwiches con todo el sabor del país latinoamericano, como el de bondiola de cerdo, chicharrón de panceta, o una hamburguesa de quinoa, el pseudocereal más importante de esta cultura.
En Barcelona, es un proyecto de cocina peruana alternativa, ha sido elegido como uno de los restaurantes favoritos del 2020 por el blog gastronómico.
Cholito lindo (Barcelona)
Cuentan con dos locales, uno en el barcelonés barrio de La Sagrera y otro en Hospitalet. En ambos, encontramos ricos tamales, empanadas, piqueos variados y toda clase de sánguches, como el de cerdito oriental con pan de leña, el de salchicha con huevo de corral, de palta (aguacate) o el de pollo, sobre un brioche esponjoso relleno de cogollos, pechuga de pollo desmenuzada en mayonesa y apio con toques de salsa mil islas, tomate en rama, salsa uchucuta de ají amarillo algo picante y patatas al hilo.
La Chamba ( Madrid)
La costa de Madrid, con permiso de la calle Argumosa, es la zona de Madrid Río. En la avenida del Manzanares encontramos este espacio pequeñito donde la cocina peruana más urbana se acerca a este barrio de moda. Además de tamales, papas rellenas y yuquitas fritas, en su carrito sanguchero, como llaman a este apartado de la carta.
Con el tradicional pan francés peruano (debe su nombre a la clásica pieza gala, pero hecha un bollito redondo como se estila en Perú) clásicos como el pan de chicharrón (con su camote fruto y salsa criolla) y otras delicias culpables como las salchipapas o el pollo broster, rebozado y frito al estilo andino. Y para acompañar, crema de rocoto, vinagreta o ají, entre otras. No dejen de pedir chicha morada, el refresco tradicional con maíz morado, piña y especias.