Shaqiri acerca a Suiza a octavos con su tradicional golazo
La calidad brilló por su ausencia en el partido más aburrido del torneo con empate (1-1) entre Escocia y Suiza
Ladrillo, peñazo, aburrido, llámenlo como quieran, pero el Escocia-Suiza fue de largo el peor partido de la Eurocopa hasta ahora. ¿Lo positivo? Que incluso en el más malo seguimos sin ver un encuentro sin goles. Toda la salsa la puso Suiza porque ella misma deshizo la desventaja que Schär había generado marcándose en propia en el 12′ de la primera parte con un golazo de Shaqiri para empatar 14 minutos después. Sí, ese futbolista por el que parece que no pasan los años. De hecho, tan sólo tiene 32, por lo que está a tiempo de disputar algún torneo más con su selección.
Este miércoles vio puerta por tercera Eurocopa consecutiva, pero una molestia le impidió continuar y tuvo que ser sustituido por Embolo a la hora de encuentro. El público de Colonia no disfrutó del mejor espectáculo, aunque sí de dos equipos que siguen muy vivos en la lucha por meterse en octavos de final. Con cuatro puntos, Suiza está prácticamente clasificada con este resultado. Muy mal se les tendría que dar contra la anfitriona y muy bien al resto de potenciales mejores terceros de los otros grupos.
Escocia lo tiene más difícil. Con un punto deberá ganar a Hungría en la última jornada y ganarse un lugar entre los mejores terceros. Hubo tiempo para las cábalas en 90 minutos en los que el balón no se acababa de llevar bien con el césped. Tuvieron poco contacto. Lo que sí había era tensión. Tensión por mantener viva la ilusión de dos naciones que sueñan con pasar de ronda y buscar dar la campanada en octavos contra selecciones de mayor calado.
Todo lo que tenía que pasar sucedió al principio, con dos combinados pegándose un tiro en el pie, y al final, en el que llovieron las ocasiones para ambas. La primera en autodañarse fue Suiza, de manera bastante desafortunada. En un intento de contrataque en el que cualquiera se tropezaba a la hora de controlar el balón, McGregor se presentó en el área y gozó de todo el tiempo del mundo para girarse, mirar y detectar a McTominay entrando desde segunda línea. El jugador del Manchester United remató fuerte con la izquierda y tuvo la suerte de que su disparo tocó en Schär para colarse en la portería, si no lo llega a hacer iba a las manos del cancerbero escocés.
Shaqiri empata
Y en el único momento en el que Escocia se propuso fabricar una jugada desde atrás, un defensor se la puso en bandeja a Shaqiri, que no falló y la clavó por toda la escuadra tal y como le venía con un zurdazo imposible para Gunn. Era uno de esos goles que se recuerdan del suizo en cada torneo de selecciones y sólo se hizo esperar dos partidos. El extremo le dio un chute de energía a Suiza, que se lo creyó y siguió atacando. Decir que mereció el segundo quizá es muy generoso, pero lo cierto es que lo consiguió antes del descanso en una jugada rocambolesca e invalidada por fuera de juego.
La acción fue así. Córner botado por Shaqiri que despejó un defensa al aire, haciendo una parábola con la que el balón cayó exactamente en el mismo lugar donde había cabeceado. Akanji se aprovechó, la peinó y dejó solo a Dan Ndoye, que hizo una especie de control orientado con el pecho y remató a puerta vacía mientras se caía. Por desgracia para los helvéticos, el delantero estaba en fuera de juego. A partir de ese momento, no pasó absolutamente nada hasta el minuto 66.
Tras el paso por vestuarios parecía como si ninguno de los dos equipos quisiera perder lo cosechado, aunque cada uno iba a tener una clara en la segunda parte. La estrella de la selección británica, Robertson, envió un centro de falta al área que remató un gigante llamado Hanley, que la estrelló en el palo y metió el miedo en el cuerpo a los helvéticos.
Suiza es una selección de clásicos. Uno de ellos es Embolo, que ya había marcado en el debut contra Hungría, y que repitió con otro gol que anuló el árbitro ya pasado el 80′. Este fuera de juego era todavía más justo. Como justo también fue el empate en un partido en el que a medida que se iban agotando los minutos crecía la presencia de las áreas en el mapa de calor, pero también las imprecisiones y la surrealista toma de decisiones por parte de ambos conjuntos en la mayoría de acciones que tenían lugar en los últimos metros.
Final entretenido entre Escocia y Suiza
El telón de una función con mejor desenlace que introducción y nudo se cerró con otra oportunidad clarísima de Suiza, que acabaría dejando viva a Escocia. La zaga británica se olvidó de Amdouni, que entró completamente solo al segundo palo para rematar un balón que salió rozando el poste. Se echaba las manos a la cara el suizo y todo el pueblo helvético, que al final tuvo que sufrir viendo cómo su equipo resistía a la última embestida escocesa sin éxito. Para sorpresa de nadie, el partido concluyó con un despeje de cabeza de Suiza, que ya acaricia los octavos.