Ceferin, en el centro de la diana

Aleksander Ceferin está en el ojo del huracán. Los últimos acontecimientos previos al inicio de la Eurocopa 2020 le están dejando en mal lugar. Su gestión y fórmula para atender y solucionar los problemas que están surgiendo en esta última semana con la aparición de varios positivos por coronavirus en algunas de las 24 selecciones clasificadas para la gran cita continental. Las diferentes Federaciones están muy molestas con el mandatario de la UEFA y esperan explicaciones.

La sensación que transmiten las Federaciones es de preocupación ante la situación actual, con varios países con positivos, próximos al brote –entre ellas España–, y con la posibilidad de generar un caos a pocos días de que comience el torneo, por no hablar de que pase esto una vez iniciada la gran cita, donde habrá escaso margen de rectificación por parte de los cuerpos técnicos de las selecciones.

Ceferin anda centrado en otros asuntos en estos momentos. El presidente de la UEFA está viendo como los positivos se están dando en varias selecciones pero se mantiene firme con su plan inicial e indica que se siga el protocolo. La situación no le ha hecho cambiar de idea ni rectificar. No se ha planteado en ningún momento la posibilidad de obligar a los equipos a vacunarse antes de la Eurocopa, o bien dar el paso al frente para asegurar su competición comprando las vacunas para todas y cada una de las selecciones participantes.

Esta última medida, por ejemplo, sí la han tomado otros organismos como la Conmebol o el COI, que han comprado las vacunas para asegurar que los participantes en la próxima Copa América o los Juegos Olímpicos estén vacunados. Ambos organismos ya comunicaron hace un par de meses que habían llegado a acuerdos para poder suministrar vacunas contra la Covid-19 a todos los futbolistas y atletas de cada uno de los países y delegaciones participantes en ambas competiciones. Cabe destacar que ni Conmebol ni el COI obligan al uso de las vacunas, solo las facilitan y recomiendan.

Cabe destacar que algunas selecciones sí han vacunado a sus futbolistas por decisión propia. Por ejemplo Italia, que antes de iniciar la concentración previa a la Eurocopa ya había vacunado a los 26 futbolistas que incluyó en la lista Roberto Mancini. Otro caso es el de Francia, que dio la posibilidad a sus jugadores de recibir la vacuna –Kylian Mbappé lo hizo público–. También Turquía, Polonia o Rusia.

Ceferin solo piensa en la Superliga

Pero Aleksander Ceferin lleva días centrado única y exclusivamente en darle cera a la Superliga. Sus intervenciones y manifestaciones en las últimas semanas, lejos de estar meramente centradas en la Eurocopa 2020 que está a punto de comenzar, se dirige más bien hacia los clubes que permanecen firmes con la Superliga: Real Madrid, Barcelona y Juventus.

En sus últimas declaraciones para The Telegraph, lejos de apagar el incendio y echar a un lado el tema, seguía avivándolo: «Fueron con un comunicado de prensa: ‘La Superliga todavía existe, todavía tenemos una Superliga’. Dos días después, enviaron una solicitud para jugar en la Champions League. ¿Entonces están en la Superliga y fuera de la Champions pero quieren estar en la Champions? Su punto de vista es ‘jugamos nuestra competición de élite y damos un poco de caridad a todos’. Nadie quiere caridad».

Su planteamiento con la Superliga es muy personal, de irritación particular, sobre todo con Andrea Agnelli, presidente de la Juventus y padrino de uno de sus hijos, del que ha llegado a decir esto: «Puse a Andrea Agnelli en el primer escalafón, en el personal. A mis ojos, este hombre ya no existe. Pensé que éramos amigos, pero me mintió en la cara hasta el último minuto del último día, asegurándose de que no hubiera nada de qué preocuparse. Mientras que el día anterior ya había firmado todos los documentos necesarios para el lanzamiento de la Superliga».

Mientras Ceferin sigue avivando el fuego de la Superliga, su Eurocopa se tambalea ante posibles brotes que ponen en serio peligro la competición en los términos esperados, con una cierta normalidad. No es el caso, el presidente de la UEFA se remite a su protocolo y no toma medidas ante las diferentes selecciones con la posibilidad de la vacunación general. Mientras tanto, las Federaciones comienzan a agruparse para pedirle cuentas sobre lo que está sucediendo.