Ximo Puig ‘catalaniza’ pueblos limítrofes de Murcia con subvenciones encubiertas al valenciano
Ximo Puig ha dispuesto un presupuesto de dos millones de euros para subvencionar no sólo a los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana que potencien el uso del valenciano, sino también a los pueblos murcianos limítrofes.
La Generalitat Valenciana, gobernada por el socialista Ximo Puig, está empeñado en expandir el valenciano más allá de los límites territoriales de su comunidad. Dentro de sus ayudas económicas a ayuntamientos ha incluido a los pertenecientes a El Carche, una sierra limítrofe perteneciente a Murcia.
El departamento de Educación e Investigación de la Consejería de Educación de la Generalitat es el encargado de gestionar la política lingüística de la Comunidad Valenciana. Como parte de su estrategia, convocan unas subvenciones dirigidas a ayuntamientos, mancomunidades de municipios y entidades locales menores de la región y municipios de El Carche que realicen «actividades de promoción del uso del valenciano». El presupuesto fijado para estas subvenciones alcanza los 2.000.000 euros.
En términos más sencillos, la medida pretende dotar de un presupuesto a aquellos municipios murcianos limítrofes con Valencia para que promulguen el uso del valenciano.
La inclusión de los municipios murcianos puede observarse, no solo en las líneas generales de su página web, sino dentro del documento oficial, aprobado por el gobierno valenciano, donde se puede leer lo siguiente: «Pueden optar a las ayudas los municipios, las mancomunidades de municipios y las entidades locales menores de la Comunitat Valenciana y los municipios de El Carche: Yecla, Jumilla y Abanilla que realicen actividades de promoción del uso del valenciano de acuerdo con lo que se indica en estas bases”.
Las entidades murcianas podrán pedir la subvención si cumplen una serie de requisitos como realizar cursos de valenciano, campañas y acciones de voluntariado lingüístico, actividades culturales en valenciano o creación de oficinas para promocionarlo.
Se da la circunstancia de que la política lingüística de la Generalitat Valenciana está en manos del consejero pancatalanista Vicent Marzá, de la formación nacionalista de Compromís, con la que gobierna el PSOE en coalición.
La Comunidad Valenciana está siendo víctima de un proceso de catalanización excluyente que recuerda mucho al desarrollado durante años por el independentismo en Cataluña. Bajo el pretexto cultural, articulado en torno a la asociación Acció Cultural del País Valencià (ACPV), un remedo de Òmnium Cultural o la ANC, el activismo pancatalanista cuenta con financiación doble, procedente tanto de la Generalitat catalana como de la valenciana, y un cliente que engorda su negocio editorial: Francisco Javier Puig, hermano del presidente valenciano, Ximo Puig.