Los vecinos del centro se rebotan con Carmena porque hace negocio con los precios de los parking
La última queja de los vecinos del centro de Madrid hacia Manuela Carmena tiene que ver con el negocio que, denuncian, hace con los precios de los aparcamientos municipales.
El Consistorio de Madrid asume la gestión de los aparcamientos públicos cuando la concesión privada acaba. En su momento, se explicó que la intención era reservar la mayoría de las plazas de párking para los residentes. Sin embargo, los vecinos muestran su «sorpresa» porque los precios que ponen no se guían por los costes, sino por los precios de mercado.
Por ejemplo, destacan que las plazas del aparcamiento de la Plaza Mayor están saliendo a un precio superior al de otros aparcamientos públicos del distrito Centro. Frente a los 120 euros al mes que cuesta una plaza en el aparcamiento Agustín Lara en la Plaza Arturo Barea, en la Plaza Mayor cuesta 180 euros al mes. Un total de 720 euros más caro al año.
«Vemos que con las disparatadas tarifas del aparcamiento de Plaza Mayor, Ahora Madrid no sólo traiciona sus principios sino que decepciona gravemente a la población de un distrito en el que fue la fuerza más votada», lamentan los residentes afectados desde la Asociación de Vecinos Cavas La Latina.
De unos aparcamientos públicos a otros hay más de 700 euros al año más de precio por plaza
Asimismo, consideran que «los parkings para residentes no pueden ser un negocio para el Ayuntamiento, a través de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), sino un servicio que atiende a un derecho fundamental de la movilidad de los residentes».
«Tarifas disparatadas»
Los vecinos consideran que un servicio como éste no tiene por qué estar subvencionado pero tampoco ser excedentario. «Las tarifas tienen que responder a los costes del aparcamiento, de los que uno fundamental, la amortización de la construcción original, es cero en el caso de Plaza Mayor», explican al ser un aparcamiento muy antiguo.
Subrayan que «no hay ningún motivo para penalizar a los residentes de un determinado barrio en relación con los adyacentes» y recuerdan además que quienes viven en barrios próximos a Plaza Mayor ya han sido penalizados con una disminución del número de plazas disponibles, que fueron eliminadas para ampliar las aceras o peatonalizar las calles.
En este contexto, recuerdan que no pueden usar las plazas de aparcamiento, al estar ‘inhabilitados’ sistemáticamente por rodajes audiovisuales. Como desveló OKDIARIO la grabación de largometrajes ha bajado en Madrid pero se ha disparado la de anuncios o series de televisión.
Los vecinos creen que, con estas prácticas, la alcaldesa Manuela Carmena está traicionando su programa electoral. «Según el Ayuntamiento, la EMT está obligada a sacar las plazas a precio de mercado. Si se aplicara este criterio muchos de los contratos menores no serían posible y pasarían al mejor postor, seguramente empresas privadas y grandes corporaciones de contratación pública», recuerdan.
«Es un clavo más en la expulsión de la población fija», exclaman los vecinos que ya sufren el ruido y las viviendas de alquiler para turistas
Por último, aseguran que los residentes en el distrito Centro se ven muy incentivados a utilizar el transporte público si disponen de una plaza para dejar su coche sin preocupaciones. Esto se debe a que un alto porcentaje de las plazas pintadas de verdes –las de residentes– tienen restricciones horarias de uso por los vecinos, ya que son compartidas con la carga y descarga. «Esto fuerza un tráfico de agitación porque, a determinadas horas, tienen que quedar vacías para uso comercial», explican.
Los vecinos concluyen que es «esta política tarifaria es un clavo más en la expulsión de la población fija del distrito Centro, a favor del alojamiento de turistas y transeúntes, que se suma a la permisividad respecto al ruido y a la transformación de los pisos en viviendas de uso turístico».