Un testigo destapa que los alumnos rechazaban al hermano de Sánchez: «Sólo buscaba el espectáculo»
"Pasar a la historia como la persona que consiguió hundirlo no me apetece", dijo el testigo
El ex director del Conservatorio Superior de Badajoz Bonifacio Gil ha revelado ante la juez que investiga la contratación de David Sánchez la existencia de una rebelión estudiantil contra la gestión del hermano del presidente del Gobierno. «Los alumnos se negaban a hacer determinadas cosas que desde el punto de vista académico no tenían por qué hacer», ha declarado Evaristo Valentí, que dirigió el centro entre 2016 y 2020.
Los correos electrónicos incorporados a la causa, fechados en enero de 2018, apenas seis meses después de la llegada de David Sánchez, muestran la profunda crisis que generó su gestión. «Hemos perdido parte de la confianza que delicadamente había intentado tejer con alumnado y profesores para tener un buen ambiente de trabajo», advertía entonces el director en un mensaje interno al hermano del presidente.
«La verdad es que estoy un poco perdido, no tengo la sensación de trabajar con objetivos claros y veo que el Conservatorio, por sus características, es algo muy frágil. Pasar a la historia como la persona que consiguió hundirlo no me apetece», continuaba el correo, que expone crudamente el choque entre la visión académica del centro y los intereses políticos.
El testigo explicó ante la juez que el conflicto surgió porque David Sánchez intentó convertir un centro educativo en un «escaparate cultural». «Empezaba a dejar de ser un centro de enseñanza para convertirse en otra cosa», afirmó, recordando que «hay que tener en cuenta que para mover una orquesta hacen falta 80 personas y son alumnos que tienen que estudiar». No resultan compatibles una programación de espectáculos y que los jóvenes se formen profesionalmente, defendió el empleado provincial.
Los mensajes revelan que el propio director advertía ya entonces del riesgo que suponía esta política para la supervivencia del centro: «No hemos hecho nada todavía para atraer alumnado […] si no hay alumnos, no hay conservatorio y actualmente, a los cinco minutos, todos los estudiantes de música de España se enteran de lo que pasa en cualquier Conservatorio».
El deterioro llegó a tal punto que el director denunciaba que estaba dedicando «el 90% de mi trabajo intentando solucionar estas cosas u organizando trabajo para otros (actividades que poco tienen que ver con nosotros) y dejo de lado lo que es mi responsabilidad, un centro educativo de nivel superior».
«Intereses políticos»
En su declaración, Valentí ha insistido en que no se trataba de discrepancias personales sino «laborales», centradas en el choque entre la gestión cultural y la académica. «Un área de cultura tiene mucho interés, sea del signo político que sea, que haya una orquesta que les pertenezca», explicó, sugiriendo que las decisiones respondían más a intereses políticos que educativos.
La investigación también ha revelado la peculiar situación administrativa del hermano del presidente, quien residía en Portugal mientras ocupaba un cargo público en España. «Estuve en su casa en Portugal», confirmó el testigo, quien añadió que David Sánchez vivió en el país vecino «desde que llegó hasta la pandemia».
Especialmente revelador ha sido el testimonio sobre la creación del puesto. «En 30 años nunca se había creado una plaza sin que la pidiéramos», aseguró Valentí, quien desmontó la versión oficial al negar haber propuesto el cargo por su parte, contradiciendo así a la entonces directora del área de Cultura, Elisa Moriano.
Ubicación de la oficina
El caso ha puesto también el foco en la Oficina de Artes Escénicas que dirige actualmente David Sánchez. «No sé dónde está situada ni quién la compone. Sé que él está al frente de eso, pero nada más», declaró el testigo, quien lleva tres décadas trabajando en el conservatorio. En todo caso, desde 2020 ya no dirige el conservatorio citado y por tanto reconoce que le falta información.
La declaración ha revelado además la estrecha relación del hermano de Sánchez con el presidente de la Diputación. Varios correos muestran a David Sánchez excusándose de reuniones porque tenía que ver a Miguel Ángel Gallardo, algo que el testigo ha calificado de inusual: «En mis 30 años allí, yo nunca me he reunido con el presidente».
El director, en un correo clave por el cual la juez le preguntó, advierte que «aunque a nivel político tengamos más visibilidad y lo consideren un éxito, a nivel interno sabemos que el encuentro ha sido bastante caótico». En su respuesta, David Sánchez evade las críticas de fondo y se limita a mencionar algunos proyectos de «captación de alumnos», antes de concluir abruptamente: «Te dejo que tengo que atender a mis padres».